sábado, 28 de noviembre de 2009


SABOR DE ESQUINA
Octubre. Mes morado. Mes de reflexión. Que el Cristo Moreno ilumine a nuestros compatriotas no solo a los que nos encontramos en nuestra querida tierra sino también a los que traspasaron sus fronteras en busca de alguna mejoría no solo personal sino sobretodo familiar.
También este mes estamos de aniversario, recordamos un año más desde aquel octubre del 2006 que vio la luz este fanzine, tarea que nos propusimos con el amigo Chalo. Debo precisar que cada vez que organizo pequeñas reuniones con gente que le apasiona este ritmo, salseros de la mata, estos dejan sus impresiones sobre sus cultores que nos sirven para conocer más sobre este universo de la música salsa. Un abrazo muy fuerte para Chalo, Hebert, Lolo, Félix, miembros fundadores de este fanzine.
Asimismo damos la bienvenida a Robert Díaz Rojas y Luis Hoces López, que aportarán con artículos sobre nuestra ciudad. En esta edición ofrecemos En el Catálogo a La Sonora Ponceña, emblemática institución salsera; la segunda parte de la amena conversación con Pepe Rojas, y un artículo de alerta sobre los balcones en extinción en Huacho. Estuvimos presente en el 73 aniversario del histórico Club Flecha del barrio Cocharcas, y presentamos una crónica del último Festival Chim Pum Callao 2009, esperando que algún día Huacho también tenga la oportunidad de ver artistas de calidad en tarima.
Por que: ¡¡¡Huacho tiene Sabor!!!
El Director
ALERTA
RECORRIENDO MI BARRIO
BALCONES EN EXTINCIÓN
Místico, lleno de historia, y glamour se desbordaba la fina elegancia de las huachanas de la época. Las nutridas comparsas avanzaban al compás de las melodías que ofrecían los músicos de moda.
A lo largo de la avenida principal, (hoy 28 de julio) los personajes más importantes de la elite huachana, levantaban los brazos para saludar a todos aquellos que con algarabía derrochaban su arte o su marcialidad en los desfiles de fiestas patrias
Entre muchas obras de arquitectura, aun lucen imponentes los numerosos balcones a lo largo de la calle principal.
Sin necesidad de envidiarle nada al conjunto habitacional colonial limeño, Huacho lucía su toque europeo en las labradas maderas que brillantes llamaban la atención del visitante.
Al pasar de los años muchos de ellos se encuentran descuidados y han sido opacados por la moderna arquitectura de los edificios, otros ya han sido destruidos como es el caso de la casita de madera en que hoy funciona una feria o aquel imponente balcón a las espaldas del Cine Colón que hoy ya no está con nosotros. Creo que dar paso a la modernidad no es destruir nuestro hermoso pasado que legaremos a nuestros hijos. En Lima el Instituto Nacional de Cultura revalora y acaba de nombrar patrimonio cultural una calle de la avenida Ayacucho por sus balcones; sin embargo, aun quedan para nuestro deleite algunos que podemos visitar y proteger si es que está en nuestras manos hacerlo.
El balcón del Colegio María Montessori que fue el Teatro Princesa; el balcón que está al frente de la Plaza de Armas donde en otros tiempos funcionó el Restaurant La Unión y hasta ese predio llegaba la calle Z pues recién en 1932 abren la calle Grau, que antes solo era a partir de lo que hoy conocemos como José T García para adelante, era la antigua calle Libertad; o los balcones en los altos de Deinsa en pleno 28 de julio que sabrá Dios cuantos desfiles han visto pasar; o el que se encuentra al frente del Hotel Pacifico desde donde Víctor Raúl Haya De La Torre dio un mitin, según nos relata el Dr. Luís Hoces López.
O la que fuera la mayor distribuidora de medicinas del norte y sur chico y lo administraba don Gabriel Aguilar Macedo, y hoy es un video pub del amigo Pepe Aguilar en la calle Bolognesi 284.
También el que está al frente el Centro Social Huacho y que fue una de las mas grandes tiendas de Huacho y que abastecía a las haciendas de los alrededores. Vendían de todo en esa bodega. También la casa Pittaluga, el Casino Huacho y la Sociedad de Artesanos, donde funcionaba la Subprefectura, que al menos tienen cierto reconocimiento dentro de nuestra sociedad.
AYUDEMOS A PRESERVAR NUESTROS BALCONES. EN HUAURA SOLO QUEDA EL DE LA INDEPENDENCIA PESE A QUE HUAURA TIENE EXISTENCIA DESDE LA ÉPOCA COLONIAL


























































































































50 AÑOS COMO COLECCIONISTA DE MÚSICA LATINA
JOSÉ HUMBERTO ROJAS GARCÍA
Parte 2
“En el juego de la vida, juega el grande y juega el chico, juega el blanco y juega el negro, juega el pobre y juega el rico, en el juego de la vida nada te vale la suerte porque al fin de la partida gana el albur de la muerte, juega con tus cartas limpias en el juego de la vida, al morir nada te llevas, vive y deja que otros vivan, cuatro puertas hay abiertas al que no tiene dinero el hospital y la cárcel, la iglesia y el cementerio…”
La cita para esta segunda parte había sido concertada en su casa. Era domingo y lo encontramos, pasado el mediodía, con su amigo Arturo Palma Daorta “Colé” refrescándose con unas cervecitas bien heladitas teniendo como fondo musical a la Orquesta Serenata Tropical.
La reunión entonces se inició conversando sobre las diferentes corrientes musicales y como se desenvolvía un bailarín en una sola loseta, haciendo gala los anfitriones de su destreza y habilidad en los diferentes ritmos.
Recordaron a los mejores bailarines de Huacho, el negro Véliz (Jeta) del Barranquito, Fermín y Pirulo que eran primos de Valeriano López, Pocho Rojas y Manuel Albújar “Chereque” del barrio Cocharcas; y también que la mamá de Valeriano López vendía anticuchos en la frontera del callejón Villavicencio.
SCH: ¿Cuáles fueron los primeros discos en su colección?
JR: Mis primeros discos fueron de la Sonora Matancera. En ese tiempo, en una casa, en una reunión si no había un disco de la Sonora no había nada, no había rumba; la Sonora era sinónimo de fiesta, de alegría. Y mi artista favorito era Daniel Santos, cuantas jaranas se han armado con su música, he bailado, gozado, pero no llorado; ojo esa música que recuerdo no mas me trae de Daniel Santos, creo tener la mayoría de sus discos en mi colección.
SCH: ¿Veo en su colección bastante música cubana?
JR: Si, tengo a la mayoría de los cantantes de la Sonora Matancera, también de Panchito Riset, Orquesta Serenata Tropical, y la mayoría son de música romántica como los boleros que hablan de mucho amor de Tito Rodríguez, Olga Guillot, Los Panchos, Roberto Ledesma; los mambos de Dámaso Pérez Prado “El car'e foca” como le decían cariñosamente que también eran de obligatoria presencia en cualquier casa que se preciara de organizar una buena jarana.
SCH: ¿Y qué corriente musical le gusta más?
JR: Creo que por haber crecido junto a esa música, me apego a los boleros de Pedro Vargas, Los Panchos, Los Tres Diamantes; los tangos de Carlitos Gardel, pero también, te repito, los mambos de Pérez Prado y Las Dolli Sister que eran unas bailarinas muy hermosas. Recuerdo que vino la Sonora Matancera para presentarse en el Club La Palma hace algunos años en que si venían artistas de calidad no como ahora que solo vienen artistas que ya están en lo último de su carrera o ya pasaron de moda. Espero que los empresarios tomen conciencia y nos presenten artistas de calidad.
SCH: ¿Una anécdota Pepe que recuerdes de aquellas jaranas antiguas?
JR: Mira antes existía la Quinta Arévalo en la esquina de Cocharcas con San Martín y se extendía hasta lo que hoy es Augusto B. Leguia, recuerdo que tenia bastantes frutales. Los tios de Lolo Arévalo y el papá eran músicos, tocaban su guitarra e iban a dar serenatas; bueno, por aquel entonces había una “ánima” que le decían “la viuda” y pasaba casi a la medianoche, entonces al tío que estaba afinando su guitarra para ir a la serenata los demás muchachos le decían vámonos ya no vaya a ser que se aparezca la viuda y él responde, que viuda ni que ocho cuartos acá tengo mi machete si aparece la correteamos. Bueno, la cosa es que se apareció “la viuda” y el tío en vez de acobardarse sacó el machete y fueron siguiendo a “la viuda” que los vio y en vez de seguir hacia delante dio media vuelta y se regresó. Ellos fueron siguiéndola hasta el cementerio, que en ese tiempo era de adobón, como las paredes estaban por la mitad de un salto ya estabas al otro lado, entonces encontraron a la famosa “viuda” escondida entre los nichos, no era mas que un patita que se disfrazaba y salía a fregar la pita por las noches y de paso se llevaba cuyes, gallina, pato y lo que encontraba por el camino. De la tanda que le dieron creo que “la viuda” ya no apareció ni más por el barrio. Jajajaja..
SCH: ¿Otra más que recuerdes de esa época?
JR: Antes existían las veladas boxísticas, venían peleadores de Lima a fajarse con lo mejorcito de acá. Entonces organizaron una velada en Humaya con tal mala suerte que al empresario le falló su gente y nos fueron a buscar a Cocharcas, donde Aladino, que era un barcito que había en el barrio y el promotor nos ofreció una paga a cambio de que nos hiciéramos pasar por boxeadores de Lima. Con los tragos encima, envalentonados aceptamos pero nos prometió que solamente hiciéramos la finta que peleábamos, fue Cobeto, Varillas, Eca, Víctor Cantera y yo, muchachos del barrio. Todo estaba bien hasta que un espectador se dio cuenta de la farsa y se nos vinieron encima, para salvar la situación uno del público pidió subir para pelear a ver si de verdad éramos boxeadores y le tocó pelear a Víctor Cantera con un cholo que de un puñete lo mandó al hospital con las costillas rotas, jajajaja. Mira y la ultima para que cierres esta parte, en una de las tantas veladas boxísticas que habían participó Eduardo Ausejo que le decían “El bola”, hermano del que fue alcalde de Huacho José Ausejo Cárdenas; la cosa es que cuando este vio que le estaban pegando a su hermano se subió a la tarima y le pegó al boxeador en defensa de su hermano, era bravo el alcalde, jajaja.
Y así, entre recuerdos, anécdotas y escuchando la buena música que colecciona, y prolijamente conserva, dejamos a don Pepe Rojas, que sin lugar a dudas constituye un personaje de nuestra tierra que tiene mucho más que contar, porque Huacho tiene Saborrrrrrrrrrr.