jueves, 22 de marzo de 2012



Mark Alexander Dimond, Markolino como lo bautizaron sus colegas de la época, nació en 1950. Era Norteamericano y vivía en el Lower East Side al Sur Este de la Gran Manzana con su madre y su hermana mayor.

Su Madre era trabajadora Social del New York City Welfare Department, y su hermana Estudiante Universitaria. Markolino siempre hablaba de su Padre. Decía que era un negro Cubano de apellido Dimond, pero ninguno de sus compañeros y amigos de la época lo conoció.

Mark estudió algo de Música siendo un niño, pero principalmente era Autodidacta. Podía leer música y escribir partituras. Sólo le tomaba escuchar un tema, o tocar el papel una vez y se lo aprendía para siempre. Pero desde adolescente le gustaban las drogas, principalmente la Heroína. Cuando se trataba de drogas, Markolino no podía controlarse. Esto cuenta Andy Harlow, uno de sus amigos desde que comenzaron a tocar juntos en el Sexteto de este en 1966, gracias a la gestión de un vecino y amigo de Markolino, Ismael Miranda.

Cuenta Andy Harlow que el estaba acompañando a su hermano Larry en un Club en Brooklyn donde este estaba tocando llamado el “3 en 1”, y salió del local para tomar un poco de aire cuando se le acerca este Chico pequeño, quien se presenta y le dice: “Escuché que está formando una banda…Yo soy cantante, toco las Tumbadoras, las Maracas y además escribo canciones…Y tengo un amigo en mi cuadra en el Lower East Side que toca el Piano” Este chico adolescente era Ismael Miranda y su amigo Pianista de la cuadra, Mark Dimond. Ismael tenía 17 años, Mark 16 y Andy Harlow unos 20. Ismael ayudó a Harlow a terminar de conformar la banda e incluso consiguió que tocaran su primer “Gig” en el JJ Club en la calle 80 con Broadway. Así comienza Markolino a desarrollar su talento profesionalmente. Algún tiempo después, Ismael se va con la Orquesta del Timbalero Joey Pastrana y consigue su primer gran éxito “Rumbón Melón”. Dimond pasa a ser el Pianista de la Orquesta de Willie Colón.

Para la época de su primera grabación importante, el disco “The Hustler” con la Orquesta de Colón en 1968, ya Markolino era un Pianista genial, y lo deja evidenciado en el tema que le da el nombre al disco (donde hace alarde de la independencia de sus manos) y en “Guajirón”, una guajira donde Markolno construye un montuno a contracorriente con el Bajo y además hace un solo, aún hoy clásico entre los Pianistas de Salsa. Pero además de ser un gran pianista, también es un adicto. Y toda la carga que eso implica viajaba con él: Irresponsabilidad,, Impuntualidad y problemas con el manejo del Dinero, entre otros.

Para el segundo disco de Colón, “Guisando / Doin’ a Job” de 1969, Markolino compone un tema agrio y oscuro por su sonoridad, pero paradójicamente lleno de ingenuidad. El tema “Te están Buscando”:

TE ESTAN BUSCANDO YA

LA POLICIA

TE LO DIJE MARKOLINO

QUE TUVIERAS MAS CUIDAO

LA JARA TE ANDA BUSCANDO

TU ESTAS GUISAO

SIEMPRE CON EL MISMO CUENTO

NUNCA QUIERES TRABAJAR

TE LO DIJE FUMANCHU

ESCONDE EL PAPEL DE BAMBU

Según su propia canción, a Markolino lo anda buscando la Policía (La Jara). Además es un Fumanchú, un fumón. Al final el verso menciona el papel de Bambú, o el “Bambu Rolling Paper” comunmente utilizado para envolver cigarrillos de Tabaco y Marihuana.

En esta época, la Orquesta de Willie Colón comienza a ser manejada por el conocido empresario musical y Manager de muchas orquestas de Salsa, Richie Bonilla. Para el siguiente disco, “Cosa Nuestra” de 1971, se producen cambios en la Orquesta. El Professor Joe Torres es el nuevo Pianista, Louie Romero se hace cargo del Timbal y José Mangual Jr del Bongó. Bonilla comentó en una entrevista a una revista que la primera vez que escuchó la Orquesta de Colón a petición de Héctor Lavoe, esta le gustó mucho, pero que estaba llena de drogadictos. “El gran Pianista Mark Dimond era un drogadicto” dijo Bonilla

Markolino emprende entonces un proyecto propio, y ese mismo año 1971, graba un disco con su grupo, llamado Conjunto Sabor. Esta producción marcó el debut de un joven cantante nacido en Ponce llamado Angel Canales. El disco “Brujería” contiene ocho temas compuestos y arreglados por Dimond, y sin duda es de lo mejor de la Salsa dura de todos los tiempos. Pero la adicción de Markolino se interpone de nuevo y hace que sus propios compañeros decidan prescindir de su talento. El Conjunto continúa ahora bajo el liderazgo de Canales.

Por esas cosas de la industria, este disco es reeditado años después, cuando Canales ya gozaba de prestigio en el ambiente salsero por su particular estilo de cantar, y le cambian la carátula a “Angel Canales / Mas Sabor”, obviando por completo a Dimond de los créditos.

En el año 1972, Markolino trabaja de manera itinerante con la Orquesta Dicupé, tras la salida de su Pianista Luis Esquilín, tal como lo contó el bongocero de la mencionada orquesta, Mario Librán: “Markolino tocó mucho con nosotros pero era un problema porque siempre llegaba tarde. En esa época tocaron muchos, pero Markolino fue el que más tiempo se quedó”. Dimond no llega a participar en el segundo disco de la Dicupé de 1974.

Ese año ’74, Markolino es invitado para grabar el Piano en el primer disco como solista de Héctor Lavoe, “La Voz”, el cual vería la luz en 1975. El disco abre con “El Todopoderoso”, un tema lleno de vitalidad donde Dimond parece agradecer su talento a las alturas. Además en ese disco graba su solo mas popular entre los melómanos, el de “Rompe Saraguey”. También en 1974 participa en el primer disco como solista de Ismael Quintana, grabando un par de temas de los cuales se destaca “Mi Debilidad”, donde Dimond graba un solo imponente que, una vez más, describía su personal estilo de tocar el Piano. Este par de grabaciones con artistas de Fania nos hace pensar que esta es la época en la que Jerry Massucci y Johnny Pacheco alineaban a Markolino en la Fania All Stars, en algunas ocasiones en que Larry Harlow no estaba disponible, antes de la entrada del Maestro Papo Lucca como Pianista regular de la Orquesta

El año 1975, sin duda, representó la cúspide en la carrera de Dimond. Ese año completa el proyecto más importante de su carrera. Primero porque sería el último disco de Salsa que grabaría con una Orquesta reunida y liderada por él. Segundo, por la química y explosiva combinación de músicos convocados: Todos latinos en la sección rítmica y todos Norteamericanos (a excepción de Reinaldo Jorge) en los metales. El resultado: una joya musical que está en el cénit de lo que es la Salsa como concepto musical: Latinos y Norteamericanos aportando ritmos y armonías para producir una expresión única e irrepetible. De este disco el tema “Por Qué Adoré”, compuesto por Tite Curet, se ha vuelto objeto de culto por parte de los melómanos.

Paradójicamente ese mismo año, Dimond emprende un proyecto personal de Rock y R&B llamado “The Alexander Review” donde toca los teclados y canta. En este proyecto participaron músicos de la talla de Eddie “Guagua” Rivera, Ray Maldonado, Tom Malone y Barry Rogers, solo por nombrar algunos. Este disco no fue bien recibido. Dicen que esta crítica negativa lo afectó mucho y contribuyó definitivamente a su distanciamiento de los estudios de grabación.

En 1976 reaparece brevemente en los estudios, solo para participar en proyectos de dos de sus amigos. En “Latin Fever” de Andy Harlow, arregla y toca el Piano en “Las Mujeres”. Nuevamente deslumbra con un solo en lo que es el mejor tema del disco. En “Los Salseros de Acero” de Frankie Dante y la Flamboyán, Dimond tiene una lamentable participación tocando Sintetizadores, muy distante de lo que habían sido sus trabajos anteriores

A partir de ese año, Markolino se desvanece del ambiente musical. Nueve largos años se mantiene desaparecido, alejado de los estudios y de la Música. Ni sus colegas, ni sus amigos más cercanos conocían de su paradero.

Es en 1985(*) cuando se presenta sin aviso y con muy mal aspecto en la casa de Andy Harlow en Miami, quien se había mudado a esa ciudad en 1977. Andy estaba trabajando en un proyecto llamado “Miami Sessions” junto a su hermano Larry. Markolino le cuenta que estaba quebrado, viviendo con una mujer en un Motel y que necesitaba dinero. Andy Harlow le da los papeles, le presta un pequeño Piano Eléctrico y le pide que le haga los arreglos del disco. Dimond regresa con los arreglos, toca todos los temas en la grabación a excepción de “Philadelphia Mambo” grabado por Larry Harlow, cobra el dinero y se marcha para siempre. Tres temas de ese disco registran los solos de despedida de la carrera de Markolino: “Decide tu”, “Nadie da Nada” y “Mortifica”. La luz de su talento brilla, pero el alma ya no está allí. En algunas frases se oyen citas a solos anteriores, como si sintiera que el final estaba cerca.

Andy Harlow no supo mas de él, hasta que aproximadamente un año después, recibe una llamada de la madre de Dimond, ahora retirada y viviendo en Augusta, Georgia. Markolino había muerto en el área de San Francisco / Oakland, donde finalmente se había reencontrado con su Padre Cubano. Consiguió un trabajo en un Centro Comercial, en una tienda de Pianos como Vendedor. Había logrado componer un poco su vida, pero un día colapsó en la tienda a causa de una Sífilis cerebral no diagnosticada que, seguramente, estaría padeciendo durante años.

Según Andy Harlow, mucha gente trató de ayudar a Markolino en su Vida: Su Madre, sus amigos. Incluso Jerry Massucci. Pero el destino de Dimond ya estaba escrito. Mark Alexander Dimond murió prematuramente a los 36 años, como consecuencia de su adicción a la Heroína. Alejado de la Música y con un talento que siempre impresionó a sus propios colegas, y que tenía muchísimo más que dar. Su Música, vivirá por siempre.

*) Según cuenta Andy Harlow, Markolino se presentó en su casa en Miami en 1985 cuando el preparaba el disco Miami Sessions. Puede haber alguna confusión porque el disco en referencia tiene fecha 1988. A menos que se haya grabado en 1985 y lanzado al mercado tres años después.

la siguiente anecdota y reseña fue escrita por ERIC GONZALES para la web herencia latina:

“¡Rayos, Mark Dimond acaba de superar a Eddie!” le comentó Manny Oquendo, ex-percusionista de La Perfecta, al bajista Andy González al concluir una presentación en el Hotel St. George de Brooklyn. El pianista, Mark “Markolino” Dimond, había tocado con la banda Libre de Oquendo, que había actuado al lado de una gran variedad de artistas, incluyendo a Eddie Palmieri—quien había abierto la noche de conciertos. Markolino, quien vivía en la Noventa y Tercera Avenida, es uno de los más grandes talentos anónimos en la historia de la música latina y este disco representa su obra maestra. Dimond se inició con Willie Colón, lo que no es sorprendente cuando uno considera que Willie tenía un oído increíble para el talento y una disposición por traer individuos de varios orígenes al grupo. Tenemos una enorme deuda de gratitud con W.A.C. por sacar de la oscuridad a este mago tecladista afro-americano, para permitir que brillara.


Markolino fue un solista intrépido y yo siento que su música está impregnada de un imponente montuno, cortesía de Eddie Palmieri (su ídolo) y maestros tecladistas cubanos, tales como Peruchín, además de estar fundida con un enfoque de solista cromático innovador de acordes que proviene en parte del alumnado de Coltrane, McCoy Tyner, oriundo de Philadelphia, quién influenció a muchos pianistas en las décadas de los 60 y los 70. Mientras que el salto de Coltrane a Palmieri pudiera parecer como un salto enorme, Markolino fue uno de los pocos individuos que tuvo la capacidad de combinar los dos mundos con un alto grado de facilidad.


El socio de Mark en este disco fue otro hombre que cubría la zona del puerto y que tiene una historia igualmente irresistible. “Frankie Dante trabajaba como guardia de seguridad en Macy’s, pero en realidad quería ser John Lennon”, dice mi amigo Larry Harlow, quien produjo esta grabación histórica y tantas otras obras fundamentales en la historia de Fania. “Él era el John Lennon dominicano”, dice Harlow con una gran sonrisa. “Usaba esas gafas redondas de color rosa, igual que John Lennon”.


¿El John Lennon dominicano? Esto es algo que yo jamás me hubiera imaginado en un millón de años, pero creo que tiene algo de sentido cuando uno considera la tremenda influencia que John Lennon ejerció sobre toda la cultura popular, como músico y como hombre. Sin mencionar que Dante, con su propio grupo, la Orquesta Flamboyán, grabó la canción anti-Vietnam titulada, “Paz” en 1969, y después grabó el candente tema político titulado, “Presidente Dante” con Flamboyán y Larry Harlow.


“Frankie era sin duda un excéntrico”, dice Arturo Campa, el colega de Dante que trabajó como sonero para Eddie Palmieri de 1969 a 1974, durante uno de los períodos más memorables y productivos de Eddie. Arturo es un individuo brillante e interesante que rara vez ha concedido entrevistas, así que me súper emocionó cuando aceptó hablar conmigo de sus recuerdos de Frankie Dante. “Recuerdo las ocasiones en que salió al escenario vestido de capa y zapatos deportivos durante algunos de sus conciertos. Tenía un traje que llamaba su capa de Batman, y era difícil ignorar u olvidar a este cantante vestido de capa negra”, comenta con humor.


“No creo que la gente percibía a Frankie como un gran cantante”, continúa Campa. “Estaba algo limitado en ese aspecto, pero se veía fuertemente influenciado por el modo de expresarse de Ismael Quintana y esto se percibe claramente en sus grabaciones. Tanto él como Markolino eran muy bien recibidos y el ambiente de la salsa de aquélla época parecía [ser] el de una gran familia”. Andy González hizo eco de este sentimiento cuando me dijo, “Frankie imitaba a Quintana en todo, desde sus movimientos de baile hasta su forma de tocar las maracas”. El recorrido desde John Lennon hasta Ismael Quintana es un camino largo y sinuoso y Frankie Dante recorrió cada milla al verdadero estilo funk.


Un coro estelar apoyó a Dante en este álbum que acredita a Chivirico Dávila como el invitado estrella. Chivirico es un personaje interesante, ya que aunque sólo produjo un puñado de excelentes discos como primera voz para el sello Cotique, su carrera se vio marcada principalmente por ser uno de los primeros coristas en la época dorada de la salsa en Nueva York al lado de individuos tales como Yayo el Indio, quien comparte la tarea de coro en este álbum. El mayor don que tenía Dávila como cantante solista, era su capacidad para interpretar boleros y aquí su talento fue sabiamente aprovechado. El aspecto más inesperado de la participación de Dávila como artista invitado es que, aunque es evidentemente una gira de Frankie Dante y Markolino, Chivirico es quien realmente canta la primera voz en “Sabrosón”, que por mucho tiempo ha sido el tema bailable favorito de muchos cocolos empedernidos. Chivirico como corista, era incontenible y el equipo de tres voces conformado por Chivirico, Yayo y Pete “Conde” Rodríguez en este álbum, es magia pura. La mezcla que lograron combinar estos individuous es flexible y rítmica a la vez. Sigo impresionado al ver cómo un coro bien ejecutado complementó el poder global del álbum y de hecho, la experiencia total de Fania.


Mark Dimond hizo los arreglos para todo el álbum, excepto la canción, “Yo No Tengo Amigo” de Marty Sheller, uno de los mejores arreglistas en el mundo de la salsa y miembro original del grupo pionero de jazz latino que dirigiera Sabú Martínez. Mientras que se siente una solidez absoluta en todos los arreglos de Mark, el único arreglo de Marty exhibe una sutil sofisticación que no logra igualar Markolino, quien le impartió ritmo al tema pero no poseía la misma perspicacia armónica y profunda que Marty demostró durante muchos años.


Desde el punto de vista de composición, el álbum es mayormente de Mark Dimond quien personalmente compuso cinco de las ocho pistas. Las demás canciones son títulos cubanos, y la última pieza titulada, “Por qué Adoré” la compuso el fenomenal y extraordinario compositor prolífico, Tite Curet Alonso. Esta canción llamó mi atención de manera muy especial mientras escuchaba el álbum con oído crítico, por ser absolutamente inconfundible la poesía que Tite imprime a sus composiciones. Fue muy sagaz la decisión de secuenciar este álbum permitiendo que Tite tuviera la última palabra. De igual manera, comenzar el álbum con el tema original de Markolino titulado “Sabrosón” ofrece la escena perfecta para la vibra suelta y súper funky que impregna a este álbum. Las dos canciones cubanas incluidas en el disco nos recuerdan la deuda que todos tenemos con Cuba y capturan el espíritu de la época del movimiento “típico” que rindió tributo a esa tradición en Nueva York.


Es una pena que Markolino y Frankie no hayan grabado más discos, pero esto también hace que los discos como Beethoven’s V contengan más magia por ser tan inusuales. En un estilo dominado por cubanos y puertorriqueños, esta dupla de un cantante dominicano con un pianista afro-americano sirve como un conmovedor recuerdo del eterno magnetismo universal de la salsa y la vertiginosa complejidad y riqueza de la ciudad de Nueva York que sirvió como incubadora para su florecimiento en el ámbito mundial.


Markolino Dimond con Frankie Dante Beethoven’s V (Cotique 1075)


Artista invitado: Chivirico


Lanzamiento original: 1975

Producción de: Larry Harlow para Passing Clouds Music, Inc. Productores ejecutivos: Jerry Masucci y Johnny Pacheco Arreglos de: Mark Dimond (excepto “Yo No Tengo Amigo” con arreglos de Marty Sheller) Grabado en: Good Vibrations Sound Studios en la ciudad de Nueva York Dirección técnica de: Jon Fausty


Notas y portada original por: Lee Marshall


Arte original y diseño por: Ron Levine

1. “Sabrosón” **
2. “Los Rumberos” *
3. “Ahora Sí” **
4. “El Quinto de Beethoven” *
5. “Maraquero” *
6. “Yo No Tengo Amigo” **
7. “Camarones” *
8. “Por Qué Adoré” **

* Primera sesión
** Segunda sesión

Músicos


Piano: Mark Dimond
Bongós: Nicky Marrero *
Pablito Rosario **
Conga: Frank Malabe
Timbales: Mike Collazo *
Nicky Marrero **
Bajo: Eddie “Guagua” Rivera
Trombón: Louis Kahn
Reinaldo Jorge *
Barry Rogers **
Trompeta: Randy Brecker *
Lou Soloff **
Maracas: Junior Vázquez

Coro: Yayo el Indio
Pete “Conde” Rodríguez
Ismael Quintana

un agradecimiento a ALEJANDRO MARQUIS Y ERIC GONZALES

No hay comentarios:

Publicar un comentario