miércoles, 1 de junio de 2011


Fuente: El Comercio, Perú. Por: Susan Abad Corresponsal
CALI. “Cali pachanguero, Cali luz de un nuevo cielo”, canta el grupo Niche haciendo eco al cambio que en la ciudad está originando la salsa. Ahora el pegajoso ritmo musical se está convirtiendo en un factor de turismo, fuente de recursos económicos para la población y, sobre todo, en una oportunidad para que muchos jóvenes salgan de la pobreza y logren una mejor vida. Cali es la ciudad del mundo con más sabor a salsa por metro cuadrado. Ochenta escuelas de baile, más de siete mil bailarines profesionales de todas las edades, cientos de salsotecas, viejotecas, escuelas, discotecas, tabernas y bares donde se escuchan y se bailan golpe, guaguancó, son montuno, bugalú, descarga, charanga, guateque y un sinfín de ritmos afrocaribeños así lo demuestran. “Eran los años setenta, cuando la salsa llegaba de Puerto Rico y Nueva York [EE.UU.] en acetatos [discos de vinil], a través del puerto de Buenaventura y encontró en Cali una ciudad cosmopolita, con un espíritu festivo muy afincado y arraigado, cuya gente ya tenía un elemento muy importante que era la influencia negra, con la forma y la fuerza de los ritmos afroantillanos para bailar”, explica a El Comercio el periodista e historiador Umberto Valverde. Diez años más tarde, el auge del narcotráfico trajo consigo el de las orquestas. “Los narcotraficantes procedían de barrios populares y pagaban por su música. Cali llegó a tener 100 orquestas. Con la caída del narcotráfico los grupos se redujeron a 20. ¿Qué pasó allí? Los bailarines se echaron la salsa a cuestas”, relata Valverde. “Fueron los tiempos en que los ‘pelaos’ [muchachos] se ponían en las esquinas con una grabadora y se retaban a ‘picaos’ [hacer figuras bailando]”, agregó. Y lo están haciendo con esfuerzo y pundonor, por lo que Cali tiene hoy un reconocimiento en el mundo por la calidad de sus bailarines. Tiene campeones en todas las modalidades: en pareja, infantil, grupo, rueda de casino y en modalidad tiempo uno, que es el baile que ya se conoce como el estilo caleño. PARA TODOS LOS GUSTOS Luis Eduardo Hernández es el ‘Mulato’. Cinco veces campeón mundial con su escuela Swing Latino en la modalidad de baile en pareja y en grupo, asegura con orgullo ser el creador del famoso estilo caleño de bailar salsa y de haberlo llevado por el mundo. “Un bailarín nace y en Cali nacen muchos”, asegura este joven cuyo gusto por la salsa la adquirió de sus tíos hace 25 años en el populoso barrio El Diamante. Ellos (los tíos) bailaban en los ‘agualulos’. Eran reuniones en las tardes donde no se tomaba licor, solo se bebían refrescos y agua de lulo. “Ahí se iba por el gusto de bailar nomás”, expone. “En 1985, después de salir del ejército y de viajar a Puerto Rico, formé Swing Latino. Empecé con la salsa tradicional, pero con lo que había aprendido en el viaje, recorté discos, aceleré pasos, le puse acrobacias y me inventé el estilo de la salsa caleña, que ahora se llama CYLA Caleña y Los Ángeles. La salsa de Los Ángeles se baila en el tiempo número 1 de la clave. El de Nueva York, el puertorriqueño y el cubano se baila en el 2, y el caleño se baila del 1 al 5 y del 5 al 3”, explica tan velozmente como mueve las caderas y los pies. “Una vez que entras a bailar es como un vicio. No te saca nadie”, asegura Kimberli, una jovencita de la escuela Pioneros del Ritmo, creada por Diego Rojas hace 40 años y quien nos dice que siente la salsa en el alma. Aprenda español bailando La salsa y el baile en general se pueden convertir en un factor de turismo. Tres productos tiene Colombia: el realismo mágico de Gabo, el café y la salsa de Cali”, asegura Mauricio Novoa, receptor de turismo. Y los foráneos están llegando. Novoa asegura que mediante el programa Aprenda Español Bailando Salsa ya han llegado a Cali unas 100 personas que por 1.500 dólares (sin incluir pasaje) reciben durante dos semanas clases de español en la mañana y aprenden a bailar en las tardes. Pero quizá el mayor aporte de la salsa a esta ciudad es el rescate de sus jóvenes. “Yo fui pandillero –revela Luis Hernández– y puedo asegurarles que con el baile he rescatado a unos 180 muchachos”. PARA TENER EN CUENTA Cali es la tercera ciudad en importancia en Colombia. Tiene dos millones y medio de habitantes. En mayo un grupo de bailarines de salsa se embarcará en Cartagena en el crucero Ocean Dream para realizar presentaciones y organizar rumbas, en una nueva forma de incentivar el turismo hacia Cali. La salsoteca Delirio, ubicada en Cali, en sus seis años de existencia ha generado más de tres mil empleos directos e indirectos y le ha permitido mostrar su talento a más de veinte escuelas.

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