domingo, 10 de octubre de 2010

El Gran Combo en Mexico



Fuente: La Jornada, México.

Por: Ernesto Márquez

Con 84 años a cuestas y una larga trayectoria musical, Rafael Ithier, pianista,fundador y líder de El Gran Combo de Puerto Rico, considerada la mejor orquesta de salsa en el mundo, señala enfático que no piensa en el retiro. "Eso llegará asu tiempo, y por el momento no ha llegado", dice en agradable conversación con La Jornada.Presente con la mítica agrupación borinqueña en la ciudad de México, para brindar un solo concierto tras 18 años de ausencia, señala que a pesar del trajín que conlleva una agrupación como la suya, que es requerida permanentemente en muchos países, y el evidente desgaste físico de los viajes yel desvelo nocturno, no piensa en el retiro."Sé que me quedan pocos años de vida, pero el retiro no está en mis planes.Hacer música es mi aliciente, mi incentivo, a pesar de la edad. Sé que llegará la hora de decir `no más'. Han sido muchos años de historia musical y de grandes satisfacciones, también de momentos duros y complicados… pero los artistas somos así, inquietos, estamos acostumbrados a viajar, a ir y a venir... Cuando no lo hacemos nos hace falta."Hace unos meses tuvo un desvanecimiento durante una conferencia de prensa en la que presentaba su más reciente grabación, Sin salsa no hay paraíso. Aquello encendió los focos rojos en el mundo musical y aunque "del susto no pasó" llevó a la reflexión de familiares y amigos de que ya era tiempo de abandonar la responsabilidad que representa mantener vigente a tal agrupación.Jovial, como suele ser, el consagrado músico confiesa al respecto: "Me dio un bajón de azúcar (es diabético) y, nada, chico, perdí un momento el piso, peroaquí estoy, con la licencia del señor y de mi médico".Respetado por todos los grandes de la salsa que lo ven como maestro y luz guía,don Rafa, como lo llaman cariñosamente, no se considera una leyenda viva, comose le reconoce. "Lo que he hecho a lo largo de todos estos años ha sido lo queme gusta. Tuve la fortuna de reunir a un grupo de músicos ejemplares y desarrollar con ellos algunas ideas y nada más. Lo que se diga serán cosas añadidas… tan sólo eso."La calle, su escuela Nacido en Río Piedras, Puerto Rico, de origen humilde, Ithier se reconoce como músico autodidacta que nunca pasó por un conservatorio. Su escuela musical fue la calle y su disciplina para aprender de los músicos de su época. El piano, nos dice, lo aprendió aprovechando las clases particulares que recibía su hermana mayor. "Me sentaba en un rincón de la sala, sin que notaran mi presencia, y desde ahí ponía atención a las lecciones que luego practicaba." Y la guitarra, su primer instrumento, "en los saraos a los que me permitía ir mi madre de niño".Siendo muy joven supo enfrentar el compromiso de conjuntar y dirigir músicos que por aquel momento (1962) eran de lo mejor en la isla. La mayoría provenía de la desintegrada orquesta de Rafael Cortijo. Bajo su mando se hicieron llamar El Gran Combo de Puerto Rico, y juntos revolucionaron la música antillana con un ritmo de clave y afinque que desde un principio apuntó al oído del bailador. Las letras jocosas de sus canciones en el vozarrón de Andy Montañez y de Pellín Rodríguez impactaron de entrada. A eso se sumó una imagen fresca y vistosas coreografías, que pronto le dieron identidad propia a la agrupación."Por ese entonces teníamos mucho trabajo en la televisión. La música no era suficiente, por lo que ideamos distintas formas para entretener a los espectadores. A Roberto Roena, nuestro bongosero y bailarín, se le ocurrió montar ciertos pasillos. Fue entonces cuando empezamos con las rutinas de baile.Después todas las bandas hacían lo mismo."Ha pasado el tiempo y son ya 48 años los que cumple esta agrupación denominada la Universidad de la Salsa. Toda una trayectoria en la que han logrado más de medio centenar de álbumes discográficos y una cobertura mundial de la que "sólo nos falta tocar en China y Rusia", comenta entre risillas este viejazo sabrosón para quien no hay misterio en el éxito y longevidad de su banda."Pienso que la fidelidad a un estilo original, pero al mismo tiempo la adaptación a la evolución musical y la disciplina de grupo es lo que nos ha permitido llegar hasta donde estamos hoy", comenta orgulloso. "Nosotros escogimos esto para vivir. Creamos un sistema en el que todos participamos en tareas musicales y extramusicales, procurando una organización en la que dividimos por partes iguales el beneficio económico."Disciplina, clave"Tenemos nuestro código de respeto y disciplina. Nos aceptamos con nuestras virtudes y nuestros defectos, pero el vicio no está aceptado. Todo el mundo aquí es libre de hacer lo que quiera cuando se le dé la gana, si se quiere ir mañanase puede ir y no hay nada que lo ate, pero de ahí a consumir drogas y licor está rechazado. La mariguana y todas las que vienen después están prohibidas en El Gran Combo, y están prohibidas porque esa ha sido la razón principal para que las mayores figuras de este ambiente hayan tenido un fracaso no necesariamente profesional, sino de vida."Gracias a esa disciplina y respeto a la tradición musical, ejerciendo siempre la buena música bailable del Caribe, es que lograron sobrevivir a los tiempos difíciles de la industria, el género, el paso de los años y las modas.Uno de los momentos difíciles que recuerda Ithier fue cuando en los años 70 del siglo anterior partieron las dos voces insignia del grupo, Andy y Pellín. Perode nuevo la sapiencia del director salió a relucir al encontrar los "sustitutos perfectos": Jerry Rivas y Charlie Aponte, quienes se acoplaron de inmediato al estilo de la banda: Rivas, blanco y rubio, provocó recelo en los llamados Mulatos del Sabor. "¿Pero cómo, un blanquito?". Ithier, con su tradicional buenhumor, los tranquilizó: "Ustedes quédense tranquilos, es un negro pintado de blanco".Otro momento fue cuando surgió la corriente de la salsa romántica también llamada salsa monga, hoy en decadencia por el resurgimiento de la salsa dura. El Gran Combo supo mantenerse vigente, y aunque trabajó esa línea nunca perdió el afinque y la bravura. "A esos chiquitos les falló la fórmula. No sabían lo que era la clave y le quitaron todo el sabor a nuestra música, todos hacían lo mismoy eso espantó al bailador. Hasta decían que la clave era un atraso en la música."Gran defensor de la salsa tradicional, don Rafa predice que el género, al cual ha brindado grandes aportaciones, no desaparecerá. "Eso sería si ya no hay público, pero mi experiencia y lo que observo por donde quiera que voy es que hay muchos bailadores y gente conocedora de la salsa. Como aquí, en México. Así que el futuro de la salsa está asegurado"El Gran Combo de Puerto Rico se presentó en el Salón Vive Cuervo, Andrómaco y Moliere, colonia Polanco.

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