Charlie Palmieri e Israel Cachao López.
Tomada de la Revista ©Latin Beat de mayo de 2008, pag. 27
Foto de ©Silvio Alava
Una "Cumbre de la Salsa". Varios amigos de Charlie Palmieri lo despiden en su mudanza a Puerto Rico. De izq. a der. Joey Pastrana, Charlie Palmieri, Ray Barretto, Tito Puente, Kako Bastar y Johnny Pacheco, en el Beau's Restaurant. El Bronx Nueva York, cerca de 1980. Fotógrafo Joe Quijano.
La foto fue tomada del libro: In One Ear, and In the Other de Irv Greenbaum.
Documento original de la promoción de prensa de la Casa Alegre Recording Corp.
para el álbum Pachanga At The Caravana Club.
Del periódico La Prensa de Nueva York del 21 de mayo de 1961.
De los archivos de Néstor Emiro Gómez
El de la extrema izquierda es Charlie Palmieri a su lado esta Monchito Muñoz y Charlie Figueroa es quien tiene la mano dentro del bolsillo de su traje a rayas. El Sr. Rafael Muñoz fue el padre de Monchito. Para los finales de los 40's. De los archivos de Jaime Jaramillo.
Charlie Palmieri durante su matrimonio con Esther Bartholomey
Foto cortesía de Jaime Jaramillo
De izq. a der. Paco en el bajo, Manny Oquendo en los timbales, Mongo Santamaría en la conga, Sam Scavone en la trompeta y Dave en el saxofón baritono. En el Hotel Presidente en los "Catskills" de Nueva York, 1953. Foto de ©Chick Howard.
Tomada de la Revista ©Latin Beat de mayo de 2008, pag. 27
Foto de ©Silvio Alava
Una "Cumbre de la Salsa". Varios amigos de Charlie Palmieri lo despiden en su mudanza a Puerto Rico. De izq. a der. Joey Pastrana, Charlie Palmieri, Ray Barretto, Tito Puente, Kako Bastar y Johnny Pacheco, en el Beau's Restaurant. El Bronx Nueva York, cerca de 1980. Fotógrafo Joe Quijano.
La foto fue tomada del libro: In One Ear, and In the Other de Irv Greenbaum.
Documento original de la promoción de prensa de la Casa Alegre Recording Corp.
para el álbum Pachanga At The Caravana Club.
Del periódico La Prensa de Nueva York del 21 de mayo de 1961.
De los archivos de Néstor Emiro Gómez
El de la extrema izquierda es Charlie Palmieri a su lado esta Monchito Muñoz y Charlie Figueroa es quien tiene la mano dentro del bolsillo de su traje a rayas. El Sr. Rafael Muñoz fue el padre de Monchito. Para los finales de los 40's. De los archivos de Jaime Jaramillo.
Charlie Palmieri durante su matrimonio con Esther Bartholomey
Foto cortesía de Jaime Jaramillo
De izq. a der. Paco en el bajo, Manny Oquendo en los timbales, Mongo Santamaría en la conga, Sam Scavone en la trompeta y Dave en el saxofón baritono. En el Hotel Presidente en los "Catskills" de Nueva York, 1953. Foto de ©Chick Howard.
Autor: ©Max Salazar
Traductor: Ian J. Seda-Irizarry
Miembro fundador de Herencia Latina
Tomado de Mambo Kingdom:Latin Music in New York (2002)
Originalmente publicado en la revista Latin Beat, agosto/septiembre 1999
Traductor: Ian J. Seda-Irizarry
Miembro fundador de Herencia Latina
Tomado de Mambo Kingdom:Latin Music in New York (2002)
Originalmente publicado en la revista Latin Beat, agosto/septiembre 1999
En el obituario del New York Times del 13 de septiembre de 1988, el reportero Jon Pareles escribió:
Charlie Palmieri, uno de los pianistas más importantes de la salsa, murió ayer de un ataque al corazón en el hospital Jacobi en el Bronx.
Tenía 60 años. El señor Palmieri, hermano mayor del pianista Eddie Palmieri, nació en la ciudad de Nueva York. Subió por los rangos del circuito de orquestas de bailes latinos y bandas de hotel en los años 50 y lideró grupos con formato de conjunto, con trompetas ocupando el primer plano. El día de año nuevo de 1959 el Señor Palmieri introdujo la banda Charanga Duboney —una charanga estilo cubano con flauta y cuatro violines al frente— que eventualmente transformaría la música latina en Nueva York. La Charanga Duboney, teniendo como atracción a Johnny Pacheco en la flauta, era inmensamente popular a comienzos de los años 60, a veces tocando hasta cuatro veces por noche. La misma revivió el sonido de la Orquesta Aragón de Cuba y trajo una nueva corriente en el sonido de la música latina en Nueva York. Al revivir la charanga, Palmieri también abrió camino para híbridos de vanguardia jazzisticos. En 1961 se convirtió en el director musical de las Estrellas Alegre, un grupo de músicos, cubanos, puertorriqueños y neyorkinos que combinaban mambos con solos de jazz extendidos en discos para el sello Alegre. En The Latin Tinge, donde se provee una historia de la música latina en Estados Unidos, John Storm Roberts describe esas sesiones como “un balance casi perfecto entre el jazz y elementos latinos”. También dice que la media docena de sesiones de grabación que se dieron “estimularon cien imitaciones”. La Charanga Duboney y las Estrellas Alegre establecieron al Señor Palmieri como uno de los líderes indiscutibles de la música latina. Se presentó con sus propios grupos, como invitado especial, con jazzistas como Cal Tjader y en conciertos que reunían la cumbre pianística con su hermano Eddie. En los años 70 y a comienzos de los 80 dividió su tiempo entre Puerto Rico y Nueva York, pero luego de mudarse al Bronx nuevamente formó El Combo Gigante, con la atracción de Jimmy Sabater como vocalista. Luego de un ataque al corazón se le dijo al señor Palmieri que no podría recobrar el uso normal de sus manos, pero regresó de manera regular a los estudios de grabación y actuaciones. Su álbum más reciente fue A Giant Step. Le sobreviven su madre Isabel, su esposa Esther, sus hijos Charles Jr., Nina y Karen y un nieto, todos de Nueva York.
Charlie Palmieri fue mucho más que simplemente uno de los mejores pianistas y arreglistas latinos. En ese cuerpo corpulento de unos 5 pies con 8 pulgadas radicaba un corazón que siempre tuvo una relación sentimental con la humanidad. Por años, en lo que este reportero recolectaba información sobre la historia de varios músicos, los buenos actos de Palmieri y su calurosa personalidad siempre eran mencionados.
“Charlie era hermoso”, dijo el vocalista Manny Román antes de morir en 1974. “Trabajar con él fue una de mis pocas experiencias felices”.
“Siempre fue el mejor gato del mundo”, dijo el bajista Eddie “Gua Gua” Rivera, añadiendo que: “Siempre me pagaba bien”. El percusionista Pablito Rosario dijo que: “Trabajar con la banda de Charlie era como aprender en el colegio. . . siempre nos enseñaba cosas”. El vocalista Willie Torres menciona que: “Yo le debo mucho a Charlie. . . me hizo conciente de muchos detalles a la hora de grabar que mejoraron mi técnica”.
El renombrado bajista Israel “Cachao” López dijo que “Charlie me dio mi primer trabajo en Nueva York en el momento que más lo necesitaba”. De hecho, en 1963 Palmieri le preguntó al bajista Roy Colindres si podía dejar que Cachao, recién llegado como refugiado de Cuba, tomara su lugar por algunas semanas para que Cachao tuviese dinero en el bolsillo. Colindres, un aficionado de Cachao, lo hizo encantado.
El compartir algunas horas con el pianista de cálida naturaleza fue suficiente para poder comprender por qué las personas lo querían mucho, tanto como persona como músico. Fue en la tarde de un viernes 23 de mayo de 1975. Me acababa de estacionar al frente de la casa de la familia Palmieri en la Avenida Miles en el Bronx. El cálido sol y el sonido de los pájaros volando de un árbol a otro engrandecían la hermosa escena del lado del Bronx del puente Throgs Neck. Al verme desde su ventana, Palmieri, vestido con pantalones blancos, camiseta y tenis, me recibió con un saludo y me sugirió “¿Qué tal si almorzamos?”. De camino a la cocina se detuvo para darle una palmada a su perro Bandit, quien tenía problemas con su estómago. Hablábamos mientras comíamos emparedados y bebíamos café, de vez en cuando deteniendo la conversación para que Charlie pudiese atender el teléfono. Cuando su esposa Esther entró a la cocina, las palabras de reconocimiento hacia su hermano Eddie se perdieron; Charlie se levantó de inmediato, cogió el paquete que cargaba Esther, y le dio un beso. Mientras tenía su brazo derecho alrededor de ella, me la presentó como su “chica favorita”.
“Nos conocimos”, dijo Charlie sonriendo, “cuando ella se apareció en mi cumpleaños número trece….la impresioné tocando el piano. Sabía de inmediato que ella tenía una fijación en mi”.
En 1948 Palmieri esperó hasta el 2 de octubre para casarse con la que previamente fue conocida como Esther Bartholomey en la iglesia la Milagrosa en Harlem. Cualesquiera fueron los eventos más importantes en la vida de Palmieri, él trataba de que se dieran en ese día del 2 de octubre, día en que hizo su debut profesional como músico.
Su propio debut en el mundo se dio el 21 de noviembre de 1927 en el hospital Bellevue. Durante el año previo, Carlos Manuel Palmieri Villanueva e Isabel Maldonado-Palmieri habían dejado Ponce, Puerto Rico, para vivir en un apartamento alquilado en al calle 110 de la Avenida Madison. Ya para cuando Carlos Jr. tenía seis años los Palmieri habían recorrido bastante del Harlem Hispano. La familia finalmente se estableció en la Calle 112 de la 68 Este, cerca de la esquina de Park Avenue. Fue aquí que Charlie adquirió su gusto inicial por la música. Se le veía parado al lado de un piano de frente a su prima Elsie viéndola practicar. Luego de unas semanas, estaba tocando todo lo que Elsie tocaba, sin omitir una nota —¡y no sabía leer música!
Durante una tarde de 1934, mientras el tutor de piano Ramón García se acercaba al apartamento de Elsie, el mismo pensó que Elsie estaba practicando. Cuando entró al apartamento y vio un niño en pantalones cortos sentado encima de unos libros y produciendo notas, le habló a los Palmieri de su prodigioso hijo. Las lecciones comenzaron pero mientras Charlie crecía, le estorbaban su vida social juvenil. “Estaba fascinado por el piano”, dijo Charlie, “pero odiaba estudiar”. Quería estar con los muchachos; no hay nada más frustrante que pararse en el plato de un partido de “stickball” y luego tener a tu mamá llamándote para que vayas a tomar la clase de piano”.
Cuando su hermano Eddie nació en 1936, Charlie ya andaba bien metido en sus estudios de música clásica. Cada día de la semana luego de que Eddie nació, Charlie saldría de PS 101 en la calle 111 para caminar al hospital y esperar para saludar a su madre, quien se asomaba por una ventana en el cuarto piso. Sentía la necesidad de ver a su madre y hermano para estar seguro de que estuviesen bien. Cinco años después, él y Eddie estaban ganando premios en espectáculos de aficionados que se llevaban acabo en los teatros El San José y Campoamor. Eddie cantaba con una voz en tono alto y agitando las maracas mientras que Charlie lo acompañaba en el piano.
En 1941, los Palmieri se mudaron al 830 en la calle Kelly, en la esquina de la Avenida Longwood en el Bronx. Charlie recuerda que “por seis meses me la pasé montado en el subterráneo hacia Harlem cada día”. “Extrañaba a mis amigos, los juegos, y la cuadra... Antes de que se acabara el año, la mayoría de mis amigos se me unieron en el Bronx y dejé de ir a Harlem”.
Es para este tiempo que Charlie escucha por primera vez las grabaciones de Noro Morales, Anselmo Sacasas y Gilberto Ayala, cuyos estilos imitaba muy bien. También comienza a asistir a los bailes con “big bands”; “no puedo explicar la emoción que sentí cuando vi por primera vez a Machito cantar ‘Sopa de Pichón’ en el Park Plaza. Me convertí en fanático de Machito de por vida. Macho, Noro Morales y Miguelito Valdés fueron mis influencias”.
Palmieri continua, “Valdés es el responsable por elevar a la música cubana a un nivel de respeto. Antes de exhibirla en Cuba, la música no era permitida en hoteles y centros turísticos. Miguelito removió las barreras raciales al hacer excitante el sonido de la música con sus innovaciones; su contribución a la música latina jamás será igualada”.
Dondequiera que José Bidet y Sus Tropicales tocaban, Charlie también estaría presente. Johnny Soler, el pianista de Bidet, siempre dejaba al joven tocar los números “Los Dandys” y “El Carbonero”, que eran muy populares en aquel momento.
El 2 de octubre de 1943, Charlie, un fanático de películas de vaqueros, fue avistado por un conductor de un taxi mientras esperaba en una línea para montarse en un autobús en el teatro Prospect. El conductor, que también era músico, le dijo a Palmieri que las bandas de Budet y Osario Selasie necesitaban los servicios de un pianista. Juntos llegaron al salón de baile, donde Palmieri fue presentado ante el director Selasie como “el salvador de la noche”. Selasie, con las cejas arqueadas y mirada incrédula, le dio su mano al joven músico y parecía como si pensara que le estaban haciendo una broma. Probó al joven al hacerlo tocar las reconocidas baladas “Vieja Luna” y “Desconfianza”. Selasie luego sonreiría y le anunciaría a sus muchachos “tenemos un pianista”.
El próximo día la noticia sobre el joven pianista recorrería a punta de lengua por todos lados. La semana después, luego de terminar sus actuaciones, los pianistas de las otras bandas visitaban el Park Palace para satisfacer su curiosidad sobre el fenomenal evento del que habían escuchado.
Al recordar el incidente, Palmieri dijo que “Luis Varona fue el primer pianista en aparecerse, diciéndome ‘¡Échate a un lado chamaco!’, mientras me empujaba. Luego de él vinieron Howie Pagán, Gilberto Ayala, Rafael Audinot, Noro Morales y otros. Estaba bien molesto. Al final eso fue un festival para pianistas y ellos se lucían para hacerme ver como un novato.
Charlie Palmieri, uno de los pianistas más importantes de la salsa, murió ayer de un ataque al corazón en el hospital Jacobi en el Bronx.
Tenía 60 años. El señor Palmieri, hermano mayor del pianista Eddie Palmieri, nació en la ciudad de Nueva York. Subió por los rangos del circuito de orquestas de bailes latinos y bandas de hotel en los años 50 y lideró grupos con formato de conjunto, con trompetas ocupando el primer plano. El día de año nuevo de 1959 el Señor Palmieri introdujo la banda Charanga Duboney —una charanga estilo cubano con flauta y cuatro violines al frente— que eventualmente transformaría la música latina en Nueva York. La Charanga Duboney, teniendo como atracción a Johnny Pacheco en la flauta, era inmensamente popular a comienzos de los años 60, a veces tocando hasta cuatro veces por noche. La misma revivió el sonido de la Orquesta Aragón de Cuba y trajo una nueva corriente en el sonido de la música latina en Nueva York. Al revivir la charanga, Palmieri también abrió camino para híbridos de vanguardia jazzisticos. En 1961 se convirtió en el director musical de las Estrellas Alegre, un grupo de músicos, cubanos, puertorriqueños y neyorkinos que combinaban mambos con solos de jazz extendidos en discos para el sello Alegre. En The Latin Tinge, donde se provee una historia de la música latina en Estados Unidos, John Storm Roberts describe esas sesiones como “un balance casi perfecto entre el jazz y elementos latinos”. También dice que la media docena de sesiones de grabación que se dieron “estimularon cien imitaciones”. La Charanga Duboney y las Estrellas Alegre establecieron al Señor Palmieri como uno de los líderes indiscutibles de la música latina. Se presentó con sus propios grupos, como invitado especial, con jazzistas como Cal Tjader y en conciertos que reunían la cumbre pianística con su hermano Eddie. En los años 70 y a comienzos de los 80 dividió su tiempo entre Puerto Rico y Nueva York, pero luego de mudarse al Bronx nuevamente formó El Combo Gigante, con la atracción de Jimmy Sabater como vocalista. Luego de un ataque al corazón se le dijo al señor Palmieri que no podría recobrar el uso normal de sus manos, pero regresó de manera regular a los estudios de grabación y actuaciones. Su álbum más reciente fue A Giant Step. Le sobreviven su madre Isabel, su esposa Esther, sus hijos Charles Jr., Nina y Karen y un nieto, todos de Nueva York.
Charlie Palmieri fue mucho más que simplemente uno de los mejores pianistas y arreglistas latinos. En ese cuerpo corpulento de unos 5 pies con 8 pulgadas radicaba un corazón que siempre tuvo una relación sentimental con la humanidad. Por años, en lo que este reportero recolectaba información sobre la historia de varios músicos, los buenos actos de Palmieri y su calurosa personalidad siempre eran mencionados.
“Charlie era hermoso”, dijo el vocalista Manny Román antes de morir en 1974. “Trabajar con él fue una de mis pocas experiencias felices”.
“Siempre fue el mejor gato del mundo”, dijo el bajista Eddie “Gua Gua” Rivera, añadiendo que: “Siempre me pagaba bien”. El percusionista Pablito Rosario dijo que: “Trabajar con la banda de Charlie era como aprender en el colegio. . . siempre nos enseñaba cosas”. El vocalista Willie Torres menciona que: “Yo le debo mucho a Charlie. . . me hizo conciente de muchos detalles a la hora de grabar que mejoraron mi técnica”.
El renombrado bajista Israel “Cachao” López dijo que “Charlie me dio mi primer trabajo en Nueva York en el momento que más lo necesitaba”. De hecho, en 1963 Palmieri le preguntó al bajista Roy Colindres si podía dejar que Cachao, recién llegado como refugiado de Cuba, tomara su lugar por algunas semanas para que Cachao tuviese dinero en el bolsillo. Colindres, un aficionado de Cachao, lo hizo encantado.
El compartir algunas horas con el pianista de cálida naturaleza fue suficiente para poder comprender por qué las personas lo querían mucho, tanto como persona como músico. Fue en la tarde de un viernes 23 de mayo de 1975. Me acababa de estacionar al frente de la casa de la familia Palmieri en la Avenida Miles en el Bronx. El cálido sol y el sonido de los pájaros volando de un árbol a otro engrandecían la hermosa escena del lado del Bronx del puente Throgs Neck. Al verme desde su ventana, Palmieri, vestido con pantalones blancos, camiseta y tenis, me recibió con un saludo y me sugirió “¿Qué tal si almorzamos?”. De camino a la cocina se detuvo para darle una palmada a su perro Bandit, quien tenía problemas con su estómago. Hablábamos mientras comíamos emparedados y bebíamos café, de vez en cuando deteniendo la conversación para que Charlie pudiese atender el teléfono. Cuando su esposa Esther entró a la cocina, las palabras de reconocimiento hacia su hermano Eddie se perdieron; Charlie se levantó de inmediato, cogió el paquete que cargaba Esther, y le dio un beso. Mientras tenía su brazo derecho alrededor de ella, me la presentó como su “chica favorita”.
“Nos conocimos”, dijo Charlie sonriendo, “cuando ella se apareció en mi cumpleaños número trece….la impresioné tocando el piano. Sabía de inmediato que ella tenía una fijación en mi”.
En 1948 Palmieri esperó hasta el 2 de octubre para casarse con la que previamente fue conocida como Esther Bartholomey en la iglesia la Milagrosa en Harlem. Cualesquiera fueron los eventos más importantes en la vida de Palmieri, él trataba de que se dieran en ese día del 2 de octubre, día en que hizo su debut profesional como músico.
Su propio debut en el mundo se dio el 21 de noviembre de 1927 en el hospital Bellevue. Durante el año previo, Carlos Manuel Palmieri Villanueva e Isabel Maldonado-Palmieri habían dejado Ponce, Puerto Rico, para vivir en un apartamento alquilado en al calle 110 de la Avenida Madison. Ya para cuando Carlos Jr. tenía seis años los Palmieri habían recorrido bastante del Harlem Hispano. La familia finalmente se estableció en la Calle 112 de la 68 Este, cerca de la esquina de Park Avenue. Fue aquí que Charlie adquirió su gusto inicial por la música. Se le veía parado al lado de un piano de frente a su prima Elsie viéndola practicar. Luego de unas semanas, estaba tocando todo lo que Elsie tocaba, sin omitir una nota —¡y no sabía leer música!
Durante una tarde de 1934, mientras el tutor de piano Ramón García se acercaba al apartamento de Elsie, el mismo pensó que Elsie estaba practicando. Cuando entró al apartamento y vio un niño en pantalones cortos sentado encima de unos libros y produciendo notas, le habló a los Palmieri de su prodigioso hijo. Las lecciones comenzaron pero mientras Charlie crecía, le estorbaban su vida social juvenil. “Estaba fascinado por el piano”, dijo Charlie, “pero odiaba estudiar”. Quería estar con los muchachos; no hay nada más frustrante que pararse en el plato de un partido de “stickball” y luego tener a tu mamá llamándote para que vayas a tomar la clase de piano”.
Cuando su hermano Eddie nació en 1936, Charlie ya andaba bien metido en sus estudios de música clásica. Cada día de la semana luego de que Eddie nació, Charlie saldría de PS 101 en la calle 111 para caminar al hospital y esperar para saludar a su madre, quien se asomaba por una ventana en el cuarto piso. Sentía la necesidad de ver a su madre y hermano para estar seguro de que estuviesen bien. Cinco años después, él y Eddie estaban ganando premios en espectáculos de aficionados que se llevaban acabo en los teatros El San José y Campoamor. Eddie cantaba con una voz en tono alto y agitando las maracas mientras que Charlie lo acompañaba en el piano.
En 1941, los Palmieri se mudaron al 830 en la calle Kelly, en la esquina de la Avenida Longwood en el Bronx. Charlie recuerda que “por seis meses me la pasé montado en el subterráneo hacia Harlem cada día”. “Extrañaba a mis amigos, los juegos, y la cuadra... Antes de que se acabara el año, la mayoría de mis amigos se me unieron en el Bronx y dejé de ir a Harlem”.
Es para este tiempo que Charlie escucha por primera vez las grabaciones de Noro Morales, Anselmo Sacasas y Gilberto Ayala, cuyos estilos imitaba muy bien. También comienza a asistir a los bailes con “big bands”; “no puedo explicar la emoción que sentí cuando vi por primera vez a Machito cantar ‘Sopa de Pichón’ en el Park Plaza. Me convertí en fanático de Machito de por vida. Macho, Noro Morales y Miguelito Valdés fueron mis influencias”.
Palmieri continua, “Valdés es el responsable por elevar a la música cubana a un nivel de respeto. Antes de exhibirla en Cuba, la música no era permitida en hoteles y centros turísticos. Miguelito removió las barreras raciales al hacer excitante el sonido de la música con sus innovaciones; su contribución a la música latina jamás será igualada”.
Dondequiera que José Bidet y Sus Tropicales tocaban, Charlie también estaría presente. Johnny Soler, el pianista de Bidet, siempre dejaba al joven tocar los números “Los Dandys” y “El Carbonero”, que eran muy populares en aquel momento.
El 2 de octubre de 1943, Charlie, un fanático de películas de vaqueros, fue avistado por un conductor de un taxi mientras esperaba en una línea para montarse en un autobús en el teatro Prospect. El conductor, que también era músico, le dijo a Palmieri que las bandas de Budet y Osario Selasie necesitaban los servicios de un pianista. Juntos llegaron al salón de baile, donde Palmieri fue presentado ante el director Selasie como “el salvador de la noche”. Selasie, con las cejas arqueadas y mirada incrédula, le dio su mano al joven músico y parecía como si pensara que le estaban haciendo una broma. Probó al joven al hacerlo tocar las reconocidas baladas “Vieja Luna” y “Desconfianza”. Selasie luego sonreiría y le anunciaría a sus muchachos “tenemos un pianista”.
El próximo día la noticia sobre el joven pianista recorrería a punta de lengua por todos lados. La semana después, luego de terminar sus actuaciones, los pianistas de las otras bandas visitaban el Park Palace para satisfacer su curiosidad sobre el fenomenal evento del que habían escuchado.
Al recordar el incidente, Palmieri dijo que “Luis Varona fue el primer pianista en aparecerse, diciéndome ‘¡Échate a un lado chamaco!’, mientras me empujaba. Luego de él vinieron Howie Pagán, Gilberto Ayala, Rafael Audinot, Noro Morales y otros. Estaba bien molesto. Al final eso fue un festival para pianistas y ellos se lucían para hacerme ver como un novato.
El toque con Selasie de 7 meses fue seguido por un trabajo de año y medio con la Orquesta Ritmo Tropical. En 1946, Charlie se graduó de la escuela superior Samuel Gompers. Es durante este tiempo que dejaría su trabajo estable con Ritmo Tropical para tocar por cuenta propia (“freelance”) con bandas que “cadenciaban la música hip”. Acarició las ochenta octavas para Moncho Usera, Polito Galíndez, Bartola Hernández y el Sexteto La Playa y luego hizo su primera grabación, “Se Va La Rumba” con la banda de Rafael Muñoz. Cuando el pianista Joe Loco decide abandonar la banda de Samba Copacabana de Fernando Álvarez en octubre de 1947 para organizar la banda del vocalista Jack López, Tito Puente, el director musical de Álvarez, comenzó a buscar su reemplazo.
Anibal “Big Tex” Texeira coordinó la reunión por la tarde entre Palmieri y Puente en el Local 802 de la Union Exchange, al salón en la calle 50 entre la sexta y séptima avenidas donde los músicos se congregaban diariamente para conseguir guisos. Puente tocó con la banda Copa hasta mayo de 1948, cuando se convirtió en el contratista y director musical de Pupi Campo.
Para Palmieri, el año 1948 fue uno memorable. Se casó con Esther, el amor de su infancia; su primera banda, el Conjunto Pin Pin, grabó para el sello Alba; y comenzó sus estudios de armonía, composición y arreglo con Otto Chesna. Cualquiera otro misterio que tuviese el piano, los aprendería con Margaret Bonds, una ejecutante afro-americana del órgano, que era una organizadora de la iglesia Bautista, a quien él reconoce como la persona que lo convirtió en un pianista completo.
Anibal “Big Tex” Texeira coordinó la reunión por la tarde entre Palmieri y Puente en el Local 802 de la Union Exchange, al salón en la calle 50 entre la sexta y séptima avenidas donde los músicos se congregaban diariamente para conseguir guisos. Puente tocó con la banda Copa hasta mayo de 1948, cuando se convirtió en el contratista y director musical de Pupi Campo.
Para Palmieri, el año 1948 fue uno memorable. Se casó con Esther, el amor de su infancia; su primera banda, el Conjunto Pin Pin, grabó para el sello Alba; y comenzó sus estudios de armonía, composición y arreglo con Otto Chesna. Cualquiera otro misterio que tuviese el piano, los aprendería con Margaret Bonds, una ejecutante afro-americana del órgano, que era una organizadora de la iglesia Bautista, a quien él reconoce como la persona que lo convirtió en un pianista completo.
Palmieri abandonó La Copa en 1951 para hacer toques nocturnos con varias bandas. Por tres meses viajó con la banda de Xavier Cugat, quien exhibía en esos momentos a la sensual cantante Abba Lane. Durante el verano de ese año, mientras se daba la violenta Guerra de Corea, el pianista de Tito Puente, Gil López, fue reclutado por el ejército. Palmieri lo sustituyó mientras que la excitante banda de Tito Puente aparecía en el Hotel Presidencial en el lago Swan en Nueva York. Palmieri fue el pianista para Puente en las grabaciones “Mambo Diablo”, “Rainfall”, y “The Vibe Quintet”. También hizo toques instrumentales e hizo una aparición en el Birdland. En diciembre de 1953 abandonó la banda de Puente y a los tres meses se unió al programa de Jack Paar Today en CBS como pianista para la banda de televisión de Pupi Campo. Ocho meses después, cuando Campo abandonó el show de Paar, Palmieri también se fue para organizar una banda cuyo debut en el salón de baile El Palladium tenía como atracción especial al vocalista Vitín Avilés. Cuando el grupo no encontraba trabajo, Palmieri acompañó a las bandas de Pete Terrace, Johnny Seguí y Vicentino Valdés.
En diciembre de 1956 un trabajo seguro en el Hotel Ambassador del oeste en Chicago le permitió formar un quinteto donde todos los miembros cantaban. La idea surgió de la grabación “Tres Lindas Cubanas” de la Orquesta Aragón. Hacia finales de septiembre de 1958, el trabajo en Chicago había terminado y Palmieri regresó a nueva York. Trabajó con la orquesta de Tito Rodríguez por un tiempo pero ya no podía aceptar ser un acompañante.
“Una vez eres sargento, no quieres ser un mero soldado de nuevo” dijo Palmieri. Una noche, en octubre de 1958, mientras el pequeño grupo de Palmieri tocaba junto con la orquesta de Dioris Valladares en el Ballroom del hotel Monte Carlo, Charlie siguió el penetrante sonido de una flauta a una habitación. Allí encontró a un músico alto y delgado soplando la flauta. Palmieri miró y escuchó por unos minutos, y luego se le acercó al flautista y dijo, “hola, soy Charlie Palmieri”.
“Soy Johnny Pacheco”, dijo el otro músico, mientras le daba la mano. Con estas palabras una nueva era musical había comenzado. Pacheco, un residente nuyorkino de ascendencia dominicana, se convirtió en el timbalero de Charlie Palmieri. Cuando el trompetista Mario Cora abandonó la banda para irse a vivir a Puerto Rico, Pacheco comenzó a tocar los solos estelares con la flauta
En diciembre de 1956 un trabajo seguro en el Hotel Ambassador del oeste en Chicago le permitió formar un quinteto donde todos los miembros cantaban. La idea surgió de la grabación “Tres Lindas Cubanas” de la Orquesta Aragón. Hacia finales de septiembre de 1958, el trabajo en Chicago había terminado y Palmieri regresó a nueva York. Trabajó con la orquesta de Tito Rodríguez por un tiempo pero ya no podía aceptar ser un acompañante.
“Una vez eres sargento, no quieres ser un mero soldado de nuevo” dijo Palmieri. Una noche, en octubre de 1958, mientras el pequeño grupo de Palmieri tocaba junto con la orquesta de Dioris Valladares en el Ballroom del hotel Monte Carlo, Charlie siguió el penetrante sonido de una flauta a una habitación. Allí encontró a un músico alto y delgado soplando la flauta. Palmieri miró y escuchó por unos minutos, y luego se le acercó al flautista y dijo, “hola, soy Charlie Palmieri”.
“Soy Johnny Pacheco”, dijo el otro músico, mientras le daba la mano. Con estas palabras una nueva era musical había comenzado. Pacheco, un residente nuyorkino de ascendencia dominicana, se convirtió en el timbalero de Charlie Palmieri. Cuando el trompetista Mario Cora abandonó la banda para irse a vivir a Puerto Rico, Pacheco comenzó a tocar los solos estelares con la flauta
Jack Lewis de United Artists Records se dio cuenta del potencial comercial del atractivo sonido de esta banda y convenció a Palmieri para que grabara favoritos del pop como “Mack the Knife”, “The Gaucho Serenade” y “Close Your Eyes”. Pero los números que fueron populares del Nueva York latino fueron “Chun-Ko”, “Bruca Maniguá” y “Te Tengo un Mate”. Durante el verano de 1959, la muy caliente banda de charanga tenía gran demanda. El nombre Duboney comenzó a aparecer en los carteles para dos y tres bailes en la misma tarde, dado que tanto Palmieri como Pacheco andaban haciendo las reservaciones para la banda en distintas partes de la ciudad. Los bailadores le dejaron saber a Palmieri que se sentían robados dado que el precio tan alto de las taquillas les daba el derecho a exigirles poder bailar ante esta banda por toda una tarde. Cuando Palmieri decidió que solo él haría las reservaciones de la banda, Pacheco se fue para organizar su propia charanga en septiembre de 1959.
En 1960, Tito Rodríguez fue firmado por United Artists luego de que la compañía aceptara los términos de Rodríguez de que su orquesta sería la única que grabaría música latina para el sello. Rodríguez no tenía nada personal en contra de Palmieri. Luego de años de riña con Tito Puente por quien sería considerado más importante mientras ambos estaban con Tico Records, Rodríguez quería evitar líos. Palmieri, no conociendo las estipulaciones del contrato de Rodríguez, tuvo que romper su contrato con United Artists cuando se negó a grabar música hawaiana. “¡No!” gritó molesto. Pensaba que el presidente de United Artists, Jack Lewis, y el resto del mundo se habían vuelto locos. “Si la música no puede tener el sonido típico cubano, no quiero grabarla” insistió. Luego Palmieri estaba algo apenado de no haber grabado la música hawaiana. “Pude haber iniciado una nueva tendencia musical”.
En 1961, dos números bestiales de su primer LP con Alegre, Pachanga at the Caravana Club, dejaron que Palmieri compartiera la atención principal con Johnny Pacheco, quien en aquel momento estaba bien caliente. “Los números ‘Son de Pachanga’ y ‘La Pachanga Se Baila Así’ son los que nos pusieron en el negocio” dijo un sonriente Palmieri. En el salón de bailes en el Bronx, el Club Caravana en la Calle 149 entre las avenidas Tercera y Brook, el paso favorito de los bailadores era la pachanga., Este baile, que parecía un tipo de Charleston latino, tenía a los bailarines brincando y gritando “¡a caballo!” mientras tenían un pañuelo amarrado en sus cabeza.
Algunos bailadores le llamaban pachanga, mientras que otros le llamaban charanga. Añadiendo a la confusión, había algunos que llamaban a las orquestas “bandas de pachanga”. Esto motivo a Joe Quijano y a Charlie Palmieri a escribir “La Pachanga Se Baila Así”.
Las líricas decían la historia: “Hay una confusión en el Barrio/ Una charanga es la orquesta que está de moda/Una pachanga es el baile que se baila ahora”. Luego de esto, toda especulación sobre el baile y la orquesta terminó.
En el otoño de 1961, el presidente de Alegre, Al Santiago, reunió a sus músicos en el Bronx Triton Club para una sesión de improvisación. Al mes, los latinos de Nueva York ya sabían del club, el cual se encontraba entre la Calle 163 y la Avenida Westchester. Las Estrellas Alegre y su primer álbum, El Manicero, dirigido por Charlie Palmieri, surgen de esos martes en la noche. Durante sus años con La Duboney, el flautista Rod Luis Sánchez, el violinista José “Chombo” Silva y los vocalistas Willie Torres, Felo Brito y Víctor Velásquez contribuyeron en la elaboración de cuatro tremendos álbumes de Palmieri para Alegre.
En 1965, mientras la popularidad comenzaba a declinar, el sonido de La Duboney cambió con la incorporación del trombón de Mark Weinstein. El cambio no fue muy bien acogido durante la primera tarde que pasó la banda en Venezuela. Los bailadores le dejaron saber a Palmieri que querían el sonido de la charanga de vuelta. Antes de que la banda actuara en su segunda noche, Palmieri escribió seis arreglos de pachanga para tres trompetas y dos trombones —y también para un flautista venezolano para aquietar a los bailadores.
Al poco tiempo de que Palmieri afilara su sonido de pachanga para los metales, Pete Rodríguez, Joe Cuba, Ricardo Ray y Johnny Colón comenzaron una moda enfilada hacia el boogaloo y el shing-a-ling. Por los próximos dos años Palmieri vio como los contratos se les otorgaban a los líderes de orquestas establecidos con conexiones y a los jóvenes directores cuyos grupos se especializaban en estos nuevos ritmos. Aunque algo opuesto a ello, Palmieri grabó boogalos para Alegre en un LP de 1967 titulado Either You Have it or Not. “Una grabación es la tarjeta de presentación. . . le dice al público que uno todavía anda por ahí. A mi no me importaba el boogaloo pero aprendí que si uno no sigue la moda popular, estás muerto”.
Con la melodía del hit de 1965 de Frank Sinatra “It Was a Very Good Year” Palmieri cantaba. “1969, fue un año bien muerto” y luego no paraba de reírse. Su banda no recibió una oferta para tocar en todo el año 1969. Al borde de un colapso nervioso, un desanimado Palmieri le confió a Tito Puente que ya no podía tolerar los largos periodos de desempleado. Puente convenció a Palmieri de que no se mudase a Puerto Rico y le propuso convertirse en conductor musical para el programa de televisión El Mundo de Tito Puente. “La propuesta de Tito me salvó la vida”, dijo Palmieri. “Me mantuvo ocupado escribiendo y arreglando para el programa”. Cuando la serie de televisión terminó, un trabajo de tres años como maestro en la Escuela de la Comunidad Número Siete de la New York City Board of Education le facilitó el camino a Palmieri para enseñar Estudios Puertorriqueños y Patrimonio Cultural Musical Latino en el City College de Nueva York.
A principio de los años 70, el Cheetah era el lugar para los bailadores, pero muy pocas personas sabían que era lo que ocurría detrás del escenario, donde la guerra por publicidad y contratos estaba que ardía. Para tranquilizar a los bailadores, el promotor Ralph Mercado dejó que los artistas del sello Fania se rotasen la publicidad. Cualquiera fuera de la familia Fania tenía mención en un segundo plano o no trabajaba. La búsqueda para estar en la primera línea de la publicidad fue descrita en la revista de Izzy Sanabria Latin New York de julio de 1973. A los líderes de orquesta famosos se les preguntaba “¿Es importante ser anunciado como el artista principal?”. Charlie Palmieri respondió: “Es necesario porque significa el mejor dinero y la mejor promoción. Rotar las promociones no me va a ayudar. Si un club me contrata una sola vez, contratará a otra banda veinte veces. Yo no soy parte del grupo exclusivo. Por favor comprendan que esta práctica no es personal, es negocio. No veo ninguna solución dado que hay muchas bandas y pocos clubes donde se puede trabajar. Se tiene que crear un interés en varias ciudades fuera de Nueva York para que las bandas viajen y sigan empleadas para conseguir buen dinero. Nuestra ciudad debería patrocinar carnavales anuales de dos semanas en Harlem o el Bronx como los que se llevan acabo en Suramérica, Panamá, Cuba —tú sabes un Woodstock latino. Ser el artista principal tiene mucha importancia para mí y estoy ansioso del día en que tumbe a Puente y a mi hermano Eddie del tope. Si no lo puedo hacer a base de mérito, no voy a llorar por eso”.
La vida de Charlie Palmieri fue marcada por muchos eventos especiales. Uno de los más grandes fue en el concierto Lo Dice Todo llevado acabo en el Avery Fisher Hall de Nueva York el 7 de marzo de 1977. Las actuaciones llenas con el virtuosismo de Cachao, Charlie Palmieri y el flautista Gonzalo Fernández arrancaron tremendas ovaciones de pie del público. Fue uno de esos conciertos que se da una sola vez en la vida; uno tenía que estar allí para escucharlo y sentirlo y aun así no estoy seguro de que creerían lo que estaba ocurriendo. Comenzó cuando diez violinistas, incluyendo a Alfredo de la Fé, Eddie Drennon y Pupi Legarreta, caminaron hacia sus sillas para sentarse. La voz del maestro de ceremonias, Roger Dawson, retumbó cuando anunció la llegada de Charlie Palmieri. La luz blanca lo enfocó mientras se le veía de pie junto al piano mientras sonreía y saludaba al público. Luego de que se introdujo a Cachao, el renombrado bajista le hizo una señal a Gonzalo Fernández quien introdujo con su flauta el danzón “Jóvenes del Ritmo”. En una de las transiciones de la pieza, los violinistas comenzaron tocar frases sincopadas de mambo. Ante esto, cuerpos se meneaban y los músicos se veían extáticos, con los ojos cerrados en una eufórica concentración. Delante de mi Cachao, el compositor y arreglista del número, se encorvaba un poco mientras punteaba sonriente las cuerdas del bajo. Ocasionalmente miraba hacia Charlie Palmieri, quien estaba tocando con un gusto que parecía como si el fantasma de la ópera estuviese tramando su venganza. Cuando el número terminó, los fervientes fanáticos se pusieron de pie para ofrecer un estruendoso aplauso.
Luego siguió otro número de Cachao, “Adelante”. Cada vez se ponía más excitante, comenzando con la melodía, luego regresando a la introducción, luego introduciendo una nueva melodía para luego pasar al mambo. La luz nuevamente se enfocó en Palmieri mientras se inclinaba en su asiento con sus dedos moviéndose en una imagen borrosa sobre las teclas. Luego de su caliente solo hubo una transición donde se escuchaban cuerdas tocadas en pizzicato y montunos en flauta. La sala del concierto proyectaba un furor y cuando la pieza terminó los agitados fanáticos hacían temblar al auditorio. Detrás del escenario Palmieri se encontraba jovial. “Fue un palo. Me fascina este tipo de música y admiro a Cachao. Fue un trabajo de amor”. Luego del concierto, el LP para el sello Salsoul Cachao 77 fue lanzado al mercado.
Palmieri se mudó para Puerto Rico a comienzos de 1980 por varias razones. “La más importante fue que no podía tolerar la temperatura tan fría de Nueva York. “El New York Casino era mi base de operaciones y mi banda trabajaba allí tres y cuatro veces a la semana. Pero nunca nos compensaban adecuadamente por nuestros esfuerzos. Los agentes y dueños de clubes no quieren escuchar de costos de viaje, uniformes, el “band boy” que arrastra los instrumentos y la música, y el costo de vida. Perdí a muchos talentosos acompañantes porque no podía cumplir con sus demandas salariales. Todo eso cambió en Puerto Rico. Ganaba el mismo dinero un sábado en la noche que trabajando en cuatro bailes en Nueva York”.
El 24 de febrero de 1983 Palmieri se encontraba en Nueva York para hablar con su hermano sobre un concierto en un estadio en Puerto Rico que iba a ser patrocinado por los cigarrillos Winston. Eran las 11pm y Charlie estaba sentado en la mesa de la cocina jugando ajedrez con su hijo Charlie Jr. De momento Charlie estaba buscando el aire que por alguna razón le faltaba. El pensamiento rápido de su hijo hizo la diferencia al llevarlo inmediatamente al hospital Jacobi en el automóvil de la familia. La prueba que le hicieron mostraba que Charlie había padecido un leve ataque al corazón y lo dejaron ir. Padre e hijo se encontraban de nuevo en su juego de ajedrez cuando nuevos dolores causaron que Charlie sintiera que se estaba ahogando.
“Inmediatamente sentí un dolor en la parte superior de mí pecho. Luego tuve un terrible dolor debajo de mis brazos; traté de utilizar mis brazos y manos pero no podía usarlos. Mi cuerpo colapsó en el suelo y traté de levantarme, No importaba lo que hiciera, el terrible dolor no se quería ir. Estaba sudando copiosamente. El pensamiento rápido de mi hijo me salvó por segunda vez en la misma noche. Ocho días de las seis semanas que estuve en el hospital los pasé en la unidad de cuidado intensivo.”
“El ataque al corazón cambió mi perspectiva sobre la vida. Durante los últimos tres años, mientras he estado en Puerto Rico, he mejorado mis habilidades musicales. No quiero volver a tocar en el circuito de clubes nocturnos de nuevo. Quiero vivir con un paso de vida más lento, estar involucrado en grabaciones, ser productor, enseñar, escribir y desempeñarme más como arreglista. No quiero ser un director de orquesta, es muy difícil. Muchas veces yo sería el cuarto en turno para tocar en un club y empezaríamos a las 2:00 a.m. Tampoco quiero tocar en dos bailes la misma noche.”
Charlie Palmieri comenzó a vivir su vida de una manera más tranquila. Actuó con las orquestas de Joe Quijano, Orlando Marín, y el Combo Gigante, que co-dirigía con el vocalista Jimmy Sabater. La tarde del viernes 6 de enero de 1984, Palmieri fue honrado por la industria de música latina de Nueva York en un evento que se llevó acabo por el Comité Ángel René en el club Broadway. Fue uno de sus momentos más importantes. Más de dos mil aficionados de Palmieri estuvieron esa noche reconociendo a uno de los músicos más queridos dentro de la música latina.
En mayo de 1988, Palmieri recibió una llamada del dueño del Bass Chef, un club de jazz en Londres, Inglaterra. “¡Qué oportunidad!, me llevé 30 arreglos, entre los cuales estaban ‘Picadillo’, ‘María Cervantes’, y ‘Mambo Show’. Durante los primeros dos días de mi estadía de una semana, ensayé la banda de King Salsa, dirigida por el conguero Robin Jones. La presentación en Londres fue un éxito que permitirá a más músicos ir allá y tocar salsa y jazz latino”. Mientras Palmieri estaba de invitado un sábado en el programa de radio Montuno de Al Angeloro, se le dijo en la presencia de Robin Jones que Palmieri, Johnny Pacheco y Louie Ramirez irían al Bass Chef en Octubre.
A la 1:00 p.m del 12 de septiembre de 1988 recibí la primera de muchas llamadas comunicándome que Charlie Palmieri había muerto de un ataque al corazón esa mañana en el hospital Jacobi. Horas después abría mi correo y leí una tarjeta de invitación de que decía; “Charlie Jr., Karen y Nina Palmieri te invitan a una ceremonia sorpresa donde Esther y Charlie renuevan sus votos de matrimonio en celebración de su Aniversario de Bodas número cuarenta el domingo 2 de octubre de 1988”.
Cuando Charlie Palmieri nació, la vida se hizo un poco más alegre. La vida de muchas personas se hizo un poco más rica al cruzar el camino de Charlie. Más importante que su fama fueron su cálida personalidad y su amor hacia la humanidad. La naturaleza tiene formas extrañas de premiar a las personas que se lo merecen. Creo que premia a las personas cuya preocupación por el bienestar de otros es un acto de sinceridad. Esta preocupación era evidente con Charlie durante toda su vida. Fue ahí que esperaba por el saludo de su madre fuera del hospital, lo que significaba que su madre y su hermano Eddie estaban bien. También se vio su intención de hacer cosas alegres en el momento cuando me preguntó si había almorzado, cuando pensaba del problema estomacal de su perro, en el amor y cariño que le expresaba a su esposa e hijos, en las ayudas que daba sobre cómo grabar y en los consejos que les daba sus compañeros músicos para hacer las cosas mejores. Pero Charlie nunca fanfarronearía sobre su estupendo carácter. Durante nuestra entrevista de hora y media, dedicó gran parte del tiempo a hablar de los músicos que los acompañaron y sus otros colegas músicos, pero en ningún momento habló sobre la cantidad de músicos a los que ayudó. Ellos fueron los que necesitaban decírmelo.
Por años en letras bien marcadas los elepés de Charlie Palmieri gritaban El Gigante del Teclado, Vuelve el Gigante, y Adelante Gigante.
Sin lugar a dudas era un gigante del teclado, atrayendo aplausos de todos, fuesen fanáticos, críticos y compañeros músicos. Escuchen las grabaciones de Palmieri en “Coco”, “El Pan Sobao”, “El Guayo de Catalina” y “El Tema de María Cervantes” y usted también nunca olvidará a este hombre con un talento extraordinario y un corazón enorme.
En 1960, Tito Rodríguez fue firmado por United Artists luego de que la compañía aceptara los términos de Rodríguez de que su orquesta sería la única que grabaría música latina para el sello. Rodríguez no tenía nada personal en contra de Palmieri. Luego de años de riña con Tito Puente por quien sería considerado más importante mientras ambos estaban con Tico Records, Rodríguez quería evitar líos. Palmieri, no conociendo las estipulaciones del contrato de Rodríguez, tuvo que romper su contrato con United Artists cuando se negó a grabar música hawaiana. “¡No!” gritó molesto. Pensaba que el presidente de United Artists, Jack Lewis, y el resto del mundo se habían vuelto locos. “Si la música no puede tener el sonido típico cubano, no quiero grabarla” insistió. Luego Palmieri estaba algo apenado de no haber grabado la música hawaiana. “Pude haber iniciado una nueva tendencia musical”.
En 1961, dos números bestiales de su primer LP con Alegre, Pachanga at the Caravana Club, dejaron que Palmieri compartiera la atención principal con Johnny Pacheco, quien en aquel momento estaba bien caliente. “Los números ‘Son de Pachanga’ y ‘La Pachanga Se Baila Así’ son los que nos pusieron en el negocio” dijo un sonriente Palmieri. En el salón de bailes en el Bronx, el Club Caravana en la Calle 149 entre las avenidas Tercera y Brook, el paso favorito de los bailadores era la pachanga., Este baile, que parecía un tipo de Charleston latino, tenía a los bailarines brincando y gritando “¡a caballo!” mientras tenían un pañuelo amarrado en sus cabeza.
Algunos bailadores le llamaban pachanga, mientras que otros le llamaban charanga. Añadiendo a la confusión, había algunos que llamaban a las orquestas “bandas de pachanga”. Esto motivo a Joe Quijano y a Charlie Palmieri a escribir “La Pachanga Se Baila Así”.
Las líricas decían la historia: “Hay una confusión en el Barrio/ Una charanga es la orquesta que está de moda/Una pachanga es el baile que se baila ahora”. Luego de esto, toda especulación sobre el baile y la orquesta terminó.
En el otoño de 1961, el presidente de Alegre, Al Santiago, reunió a sus músicos en el Bronx Triton Club para una sesión de improvisación. Al mes, los latinos de Nueva York ya sabían del club, el cual se encontraba entre la Calle 163 y la Avenida Westchester. Las Estrellas Alegre y su primer álbum, El Manicero, dirigido por Charlie Palmieri, surgen de esos martes en la noche. Durante sus años con La Duboney, el flautista Rod Luis Sánchez, el violinista José “Chombo” Silva y los vocalistas Willie Torres, Felo Brito y Víctor Velásquez contribuyeron en la elaboración de cuatro tremendos álbumes de Palmieri para Alegre.
En 1965, mientras la popularidad comenzaba a declinar, el sonido de La Duboney cambió con la incorporación del trombón de Mark Weinstein. El cambio no fue muy bien acogido durante la primera tarde que pasó la banda en Venezuela. Los bailadores le dejaron saber a Palmieri que querían el sonido de la charanga de vuelta. Antes de que la banda actuara en su segunda noche, Palmieri escribió seis arreglos de pachanga para tres trompetas y dos trombones —y también para un flautista venezolano para aquietar a los bailadores.
Al poco tiempo de que Palmieri afilara su sonido de pachanga para los metales, Pete Rodríguez, Joe Cuba, Ricardo Ray y Johnny Colón comenzaron una moda enfilada hacia el boogaloo y el shing-a-ling. Por los próximos dos años Palmieri vio como los contratos se les otorgaban a los líderes de orquestas establecidos con conexiones y a los jóvenes directores cuyos grupos se especializaban en estos nuevos ritmos. Aunque algo opuesto a ello, Palmieri grabó boogalos para Alegre en un LP de 1967 titulado Either You Have it or Not. “Una grabación es la tarjeta de presentación. . . le dice al público que uno todavía anda por ahí. A mi no me importaba el boogaloo pero aprendí que si uno no sigue la moda popular, estás muerto”.
Con la melodía del hit de 1965 de Frank Sinatra “It Was a Very Good Year” Palmieri cantaba. “1969, fue un año bien muerto” y luego no paraba de reírse. Su banda no recibió una oferta para tocar en todo el año 1969. Al borde de un colapso nervioso, un desanimado Palmieri le confió a Tito Puente que ya no podía tolerar los largos periodos de desempleado. Puente convenció a Palmieri de que no se mudase a Puerto Rico y le propuso convertirse en conductor musical para el programa de televisión El Mundo de Tito Puente. “La propuesta de Tito me salvó la vida”, dijo Palmieri. “Me mantuvo ocupado escribiendo y arreglando para el programa”. Cuando la serie de televisión terminó, un trabajo de tres años como maestro en la Escuela de la Comunidad Número Siete de la New York City Board of Education le facilitó el camino a Palmieri para enseñar Estudios Puertorriqueños y Patrimonio Cultural Musical Latino en el City College de Nueva York.
A principio de los años 70, el Cheetah era el lugar para los bailadores, pero muy pocas personas sabían que era lo que ocurría detrás del escenario, donde la guerra por publicidad y contratos estaba que ardía. Para tranquilizar a los bailadores, el promotor Ralph Mercado dejó que los artistas del sello Fania se rotasen la publicidad. Cualquiera fuera de la familia Fania tenía mención en un segundo plano o no trabajaba. La búsqueda para estar en la primera línea de la publicidad fue descrita en la revista de Izzy Sanabria Latin New York de julio de 1973. A los líderes de orquesta famosos se les preguntaba “¿Es importante ser anunciado como el artista principal?”. Charlie Palmieri respondió: “Es necesario porque significa el mejor dinero y la mejor promoción. Rotar las promociones no me va a ayudar. Si un club me contrata una sola vez, contratará a otra banda veinte veces. Yo no soy parte del grupo exclusivo. Por favor comprendan que esta práctica no es personal, es negocio. No veo ninguna solución dado que hay muchas bandas y pocos clubes donde se puede trabajar. Se tiene que crear un interés en varias ciudades fuera de Nueva York para que las bandas viajen y sigan empleadas para conseguir buen dinero. Nuestra ciudad debería patrocinar carnavales anuales de dos semanas en Harlem o el Bronx como los que se llevan acabo en Suramérica, Panamá, Cuba —tú sabes un Woodstock latino. Ser el artista principal tiene mucha importancia para mí y estoy ansioso del día en que tumbe a Puente y a mi hermano Eddie del tope. Si no lo puedo hacer a base de mérito, no voy a llorar por eso”.
La vida de Charlie Palmieri fue marcada por muchos eventos especiales. Uno de los más grandes fue en el concierto Lo Dice Todo llevado acabo en el Avery Fisher Hall de Nueva York el 7 de marzo de 1977. Las actuaciones llenas con el virtuosismo de Cachao, Charlie Palmieri y el flautista Gonzalo Fernández arrancaron tremendas ovaciones de pie del público. Fue uno de esos conciertos que se da una sola vez en la vida; uno tenía que estar allí para escucharlo y sentirlo y aun así no estoy seguro de que creerían lo que estaba ocurriendo. Comenzó cuando diez violinistas, incluyendo a Alfredo de la Fé, Eddie Drennon y Pupi Legarreta, caminaron hacia sus sillas para sentarse. La voz del maestro de ceremonias, Roger Dawson, retumbó cuando anunció la llegada de Charlie Palmieri. La luz blanca lo enfocó mientras se le veía de pie junto al piano mientras sonreía y saludaba al público. Luego de que se introdujo a Cachao, el renombrado bajista le hizo una señal a Gonzalo Fernández quien introdujo con su flauta el danzón “Jóvenes del Ritmo”. En una de las transiciones de la pieza, los violinistas comenzaron tocar frases sincopadas de mambo. Ante esto, cuerpos se meneaban y los músicos se veían extáticos, con los ojos cerrados en una eufórica concentración. Delante de mi Cachao, el compositor y arreglista del número, se encorvaba un poco mientras punteaba sonriente las cuerdas del bajo. Ocasionalmente miraba hacia Charlie Palmieri, quien estaba tocando con un gusto que parecía como si el fantasma de la ópera estuviese tramando su venganza. Cuando el número terminó, los fervientes fanáticos se pusieron de pie para ofrecer un estruendoso aplauso.
Luego siguió otro número de Cachao, “Adelante”. Cada vez se ponía más excitante, comenzando con la melodía, luego regresando a la introducción, luego introduciendo una nueva melodía para luego pasar al mambo. La luz nuevamente se enfocó en Palmieri mientras se inclinaba en su asiento con sus dedos moviéndose en una imagen borrosa sobre las teclas. Luego de su caliente solo hubo una transición donde se escuchaban cuerdas tocadas en pizzicato y montunos en flauta. La sala del concierto proyectaba un furor y cuando la pieza terminó los agitados fanáticos hacían temblar al auditorio. Detrás del escenario Palmieri se encontraba jovial. “Fue un palo. Me fascina este tipo de música y admiro a Cachao. Fue un trabajo de amor”. Luego del concierto, el LP para el sello Salsoul Cachao 77 fue lanzado al mercado.
Palmieri se mudó para Puerto Rico a comienzos de 1980 por varias razones. “La más importante fue que no podía tolerar la temperatura tan fría de Nueva York. “El New York Casino era mi base de operaciones y mi banda trabajaba allí tres y cuatro veces a la semana. Pero nunca nos compensaban adecuadamente por nuestros esfuerzos. Los agentes y dueños de clubes no quieren escuchar de costos de viaje, uniformes, el “band boy” que arrastra los instrumentos y la música, y el costo de vida. Perdí a muchos talentosos acompañantes porque no podía cumplir con sus demandas salariales. Todo eso cambió en Puerto Rico. Ganaba el mismo dinero un sábado en la noche que trabajando en cuatro bailes en Nueva York”.
El 24 de febrero de 1983 Palmieri se encontraba en Nueva York para hablar con su hermano sobre un concierto en un estadio en Puerto Rico que iba a ser patrocinado por los cigarrillos Winston. Eran las 11pm y Charlie estaba sentado en la mesa de la cocina jugando ajedrez con su hijo Charlie Jr. De momento Charlie estaba buscando el aire que por alguna razón le faltaba. El pensamiento rápido de su hijo hizo la diferencia al llevarlo inmediatamente al hospital Jacobi en el automóvil de la familia. La prueba que le hicieron mostraba que Charlie había padecido un leve ataque al corazón y lo dejaron ir. Padre e hijo se encontraban de nuevo en su juego de ajedrez cuando nuevos dolores causaron que Charlie sintiera que se estaba ahogando.
“Inmediatamente sentí un dolor en la parte superior de mí pecho. Luego tuve un terrible dolor debajo de mis brazos; traté de utilizar mis brazos y manos pero no podía usarlos. Mi cuerpo colapsó en el suelo y traté de levantarme, No importaba lo que hiciera, el terrible dolor no se quería ir. Estaba sudando copiosamente. El pensamiento rápido de mi hijo me salvó por segunda vez en la misma noche. Ocho días de las seis semanas que estuve en el hospital los pasé en la unidad de cuidado intensivo.”
“El ataque al corazón cambió mi perspectiva sobre la vida. Durante los últimos tres años, mientras he estado en Puerto Rico, he mejorado mis habilidades musicales. No quiero volver a tocar en el circuito de clubes nocturnos de nuevo. Quiero vivir con un paso de vida más lento, estar involucrado en grabaciones, ser productor, enseñar, escribir y desempeñarme más como arreglista. No quiero ser un director de orquesta, es muy difícil. Muchas veces yo sería el cuarto en turno para tocar en un club y empezaríamos a las 2:00 a.m. Tampoco quiero tocar en dos bailes la misma noche.”
Charlie Palmieri comenzó a vivir su vida de una manera más tranquila. Actuó con las orquestas de Joe Quijano, Orlando Marín, y el Combo Gigante, que co-dirigía con el vocalista Jimmy Sabater. La tarde del viernes 6 de enero de 1984, Palmieri fue honrado por la industria de música latina de Nueva York en un evento que se llevó acabo por el Comité Ángel René en el club Broadway. Fue uno de sus momentos más importantes. Más de dos mil aficionados de Palmieri estuvieron esa noche reconociendo a uno de los músicos más queridos dentro de la música latina.
En mayo de 1988, Palmieri recibió una llamada del dueño del Bass Chef, un club de jazz en Londres, Inglaterra. “¡Qué oportunidad!, me llevé 30 arreglos, entre los cuales estaban ‘Picadillo’, ‘María Cervantes’, y ‘Mambo Show’. Durante los primeros dos días de mi estadía de una semana, ensayé la banda de King Salsa, dirigida por el conguero Robin Jones. La presentación en Londres fue un éxito que permitirá a más músicos ir allá y tocar salsa y jazz latino”. Mientras Palmieri estaba de invitado un sábado en el programa de radio Montuno de Al Angeloro, se le dijo en la presencia de Robin Jones que Palmieri, Johnny Pacheco y Louie Ramirez irían al Bass Chef en Octubre.
A la 1:00 p.m del 12 de septiembre de 1988 recibí la primera de muchas llamadas comunicándome que Charlie Palmieri había muerto de un ataque al corazón esa mañana en el hospital Jacobi. Horas después abría mi correo y leí una tarjeta de invitación de que decía; “Charlie Jr., Karen y Nina Palmieri te invitan a una ceremonia sorpresa donde Esther y Charlie renuevan sus votos de matrimonio en celebración de su Aniversario de Bodas número cuarenta el domingo 2 de octubre de 1988”.
Cuando Charlie Palmieri nació, la vida se hizo un poco más alegre. La vida de muchas personas se hizo un poco más rica al cruzar el camino de Charlie. Más importante que su fama fueron su cálida personalidad y su amor hacia la humanidad. La naturaleza tiene formas extrañas de premiar a las personas que se lo merecen. Creo que premia a las personas cuya preocupación por el bienestar de otros es un acto de sinceridad. Esta preocupación era evidente con Charlie durante toda su vida. Fue ahí que esperaba por el saludo de su madre fuera del hospital, lo que significaba que su madre y su hermano Eddie estaban bien. También se vio su intención de hacer cosas alegres en el momento cuando me preguntó si había almorzado, cuando pensaba del problema estomacal de su perro, en el amor y cariño que le expresaba a su esposa e hijos, en las ayudas que daba sobre cómo grabar y en los consejos que les daba sus compañeros músicos para hacer las cosas mejores. Pero Charlie nunca fanfarronearía sobre su estupendo carácter. Durante nuestra entrevista de hora y media, dedicó gran parte del tiempo a hablar de los músicos que los acompañaron y sus otros colegas músicos, pero en ningún momento habló sobre la cantidad de músicos a los que ayudó. Ellos fueron los que necesitaban decírmelo.
Por años en letras bien marcadas los elepés de Charlie Palmieri gritaban El Gigante del Teclado, Vuelve el Gigante, y Adelante Gigante.
Sin lugar a dudas era un gigante del teclado, atrayendo aplausos de todos, fuesen fanáticos, críticos y compañeros músicos. Escuchen las grabaciones de Palmieri en “Coco”, “El Pan Sobao”, “El Guayo de Catalina” y “El Tema de María Cervantes” y usted también nunca olvidará a este hombre con un talento extraordinario y un corazón enorme.
Charlie Palmieri y amigos en el club Broadway:
BABALAO & CHARLIE PALMIERI EN EL BRONX :
Joe Cuba, Charlie Palmieri & Phil Diaz in Philadelphia "A las seis es la cita":
vamonos pa'l monte: http://www.youtube.com/watch?v=eozZ_f9YVk0&feature=related
Biografia y Discografia
Carlos Manuel Palmieri Maldonado Jr, nació en el Bellevue Hospital, en Manhattan, New York, el 21 de noviembre de 1927, hijo de Carlos Manuel Palmieri Villanueva, descendiente de inmigrantes italianos e Isabel Maldonado nativa puertorriqueña, quienes habían emigrado de Ponce, Puerto Rico, para radicarse en El Barrio, (como se conoce al Harlem hispano), New York.
En el año de 1933 el pequeño Charlie tiene su primer contacto con la música. Su prima Elsie empezaba a recibir clases de piano y él se sentaba a su lado a escucharla.
Un año más tarde, en 1934, su talento es descubierto por el maestro de su prima al encontrarlo sentado tocando todos los ejercicios de un año, sin omitir una nota. A los siete años comienza sus estudios con un cubano llamado Ramón García.
En 1936, nace su hermano Eduardo “Eddie” cuando Charlie ya se encontraba asistiendo a clases de música clásica en el conservatorio de New York; recibió instrucción de maestros privados, pasando también por la Escuela Julliard, donde estudia por cuatro años composición, arreglo y armonía.
En 1941, Charlie y Eddie ganan un premio como “talentos amateur”, Charlie tocaba el piano y Eddie, de 5 años de edad, cantaba y tocaba las maracas. Empieza a redescubrir la obra de los pianistas que lo influenciarían musicalmente: Noro Morales, Anselmo Sacasas y Gilberto Ayala, además de convertirse en un fanático del sonido de MACHITO Y SUS AFROCUBANS.
El 2 de octubre de 1943, inicia su carrera como pianista de música latina con la BANDA OSARIO SELASIE en Park Palace Ballroom de New York, donde permanece por 7 meses. Pasa más tarde a la orquesta RITMO TROPICAL de Ramiro Medina, en la cual permanece por año y medio. Charlie se convierte en “evento fenomenal”, pues el joven de 16 años despierta la curiosidad en músicos y maestros de piano en New York, incluyendo al propio Noro Morales quien personalmente va a escucharlo.
En 1946, se gradúa en el Samuel Gomphers High School e inicia su propia maratón musical, tocando con todas las bandas que le dieran oportunidad: Mocho Usera, Polito Galíndez, Bartolo Hernández, Sexteto La Playa y la orquesta de Rafael Muñoz con quien efectúa su primera grabación al participar en el tema Se va la rumba.
En octubre de 1947, fue contratado para reemplazar a Joe Loco (José Estévez Jr) en la banda de Fernando Álvarez, quienes actuaban en el Club Copacabana.
En 1948, contrae matrimonio y funda su primer conjunto denominado EL PINPIN, debutando en el Bradley Beach Hotel, ubicado en Bradley Beach, New York, con quienes realiza algunas grabaciones para el sello ALBA. Estudia armonía y arreglos con el profesor Otto Chesna e ingresa a cursos especiales en la Escuela Julliard y en el conservatorio de Margaret Bonds, una virtuosa organista afroamericana. Este mismo año graba algunos temas, como líder de un pequeño grupo de latin jazz, integrado por Charlie en el piano; Sabú Martínez, congas; Simón Madera, bajo; y Monchito Muñóz, timbales, con quienes ejecuta los temas The Continental, de C. Conrad; Cielito lindo, de Fernández; Sometimes I’m happy, de Vincent Youmans; y Night and day, de Cole Porter; y adicionando a Joe Roland en el vibráfono graba los temas Lullaby of Broadway, de Harry Warren; Softly as in a morning sunrirse, de Sigmund Romberg; I’ve got you under my skin, de Cole Porter; y Sweet Sue, de Víctor Young.
En 1951, trabaja con la orquesta COPACABANA SAMBA BAND, donde se conoce con Tito Puente y en las bandas de Xavier Cugat, Tito Puente y Pupi Campo. Con la orquesta de Puente participa en la grabación del álbum sencillo (10”) titulado TITO PUENTE AT THE VIBES AND HIS RHYTHM QUARTET, VOL 6 y en la primera grabación de los temas Mambo diablo y Rainfall, para el sello TICO.
En julio de 1952, organiza y dirige una orquesta para acompañar a Vitín Avilés en el Palladium Ballroom. Simultáneamente trabaja con las orquesta de Pete Terrance, Johnny Seguí, Vicentico Valdés y Tito Rodríguez.
En 1953, graba un par de temas con la orquesta de Tito Rodríguez, y se une a la orquesta de Pupi Campo, la cual fue la última agrupación donde actuó como pianista, antes de empezar a conformar sus propias agrupaciones musicales.
En el año de 1933 el pequeño Charlie tiene su primer contacto con la música. Su prima Elsie empezaba a recibir clases de piano y él se sentaba a su lado a escucharla.
Un año más tarde, en 1934, su talento es descubierto por el maestro de su prima al encontrarlo sentado tocando todos los ejercicios de un año, sin omitir una nota. A los siete años comienza sus estudios con un cubano llamado Ramón García.
En 1936, nace su hermano Eduardo “Eddie” cuando Charlie ya se encontraba asistiendo a clases de música clásica en el conservatorio de New York; recibió instrucción de maestros privados, pasando también por la Escuela Julliard, donde estudia por cuatro años composición, arreglo y armonía.
En 1941, Charlie y Eddie ganan un premio como “talentos amateur”, Charlie tocaba el piano y Eddie, de 5 años de edad, cantaba y tocaba las maracas. Empieza a redescubrir la obra de los pianistas que lo influenciarían musicalmente: Noro Morales, Anselmo Sacasas y Gilberto Ayala, además de convertirse en un fanático del sonido de MACHITO Y SUS AFROCUBANS.
El 2 de octubre de 1943, inicia su carrera como pianista de música latina con la BANDA OSARIO SELASIE en Park Palace Ballroom de New York, donde permanece por 7 meses. Pasa más tarde a la orquesta RITMO TROPICAL de Ramiro Medina, en la cual permanece por año y medio. Charlie se convierte en “evento fenomenal”, pues el joven de 16 años despierta la curiosidad en músicos y maestros de piano en New York, incluyendo al propio Noro Morales quien personalmente va a escucharlo.
En 1946, se gradúa en el Samuel Gomphers High School e inicia su propia maratón musical, tocando con todas las bandas que le dieran oportunidad: Mocho Usera, Polito Galíndez, Bartolo Hernández, Sexteto La Playa y la orquesta de Rafael Muñoz con quien efectúa su primera grabación al participar en el tema Se va la rumba.
En octubre de 1947, fue contratado para reemplazar a Joe Loco (José Estévez Jr) en la banda de Fernando Álvarez, quienes actuaban en el Club Copacabana.
En 1948, contrae matrimonio y funda su primer conjunto denominado EL PINPIN, debutando en el Bradley Beach Hotel, ubicado en Bradley Beach, New York, con quienes realiza algunas grabaciones para el sello ALBA. Estudia armonía y arreglos con el profesor Otto Chesna e ingresa a cursos especiales en la Escuela Julliard y en el conservatorio de Margaret Bonds, una virtuosa organista afroamericana. Este mismo año graba algunos temas, como líder de un pequeño grupo de latin jazz, integrado por Charlie en el piano; Sabú Martínez, congas; Simón Madera, bajo; y Monchito Muñóz, timbales, con quienes ejecuta los temas The Continental, de C. Conrad; Cielito lindo, de Fernández; Sometimes I’m happy, de Vincent Youmans; y Night and day, de Cole Porter; y adicionando a Joe Roland en el vibráfono graba los temas Lullaby of Broadway, de Harry Warren; Softly as in a morning sunrirse, de Sigmund Romberg; I’ve got you under my skin, de Cole Porter; y Sweet Sue, de Víctor Young.
En 1951, trabaja con la orquesta COPACABANA SAMBA BAND, donde se conoce con Tito Puente y en las bandas de Xavier Cugat, Tito Puente y Pupi Campo. Con la orquesta de Puente participa en la grabación del álbum sencillo (10”) titulado TITO PUENTE AT THE VIBES AND HIS RHYTHM QUARTET, VOL 6 y en la primera grabación de los temas Mambo diablo y Rainfall, para el sello TICO.
En julio de 1952, organiza y dirige una orquesta para acompañar a Vitín Avilés en el Palladium Ballroom. Simultáneamente trabaja con las orquesta de Pete Terrance, Johnny Seguí, Vicentico Valdés y Tito Rodríguez.
En 1953, graba un par de temas con la orquesta de Tito Rodríguez, y se une a la orquesta de Pupi Campo, la cual fue la última agrupación donde actuó como pianista, antes de empezar a conformar sus propias agrupaciones musicales.
En 1954, el sello SEECO, publica los temas grabados por Charlie en 1948 con el título de MAMBOS BY CHARLIE PALMIERI, (Seeco SLP-51). El álbum fue publicado nuevamente por el sello con el titulo EL FANTÁSTICO CHARLIE PALMIERI, (Seeco 9197), pero adicionándole el tema Ravel’s bolero in mambo. También es publicado en 1995 por el sello CANEY, en un CD compartido con Peruchíz Justiz con el título de CUBAN RHYTHMS BY PERUCHÍN AND CHARLIE PALMIERI, (CCD-504), pero sin incluir el tema de Ravel. Y existe otro CD, sin fecha de publicación, lanzado por el sello MÚSICA DEL SOL con el título de CHARLIE PALMIERI – RAVEL’S BOLERO IN MAMBO, (Música del Sol MSCD-7061), en el cual además de Ravel’s bolero in mambo, le adicionan el tema Lover’s mambo.
A mediados de 1956, participa en el álbum de Pete Terrance, titulado NIGHT IN MAMBO-JAZZLAND, grabado para el sello TICO, y en diciembre de este mismo año, estando radicado en Chicago, Charlie y su quinteto se presentaba todas las noches en el Buttery Club del Hotel Ambassador, donde actúa por dos años.
Una noche se encontró con la ORQUESTA NUEVO RITMO, fundada por el conguero Armando Sánchez, en un bar. “No tenía deseos de tocar música charanga hasta que escuché al grupo de Armando... sonaban genial... mi contrato iba a terminar hacia finales de 1958... pensé en regresar a New York y formar una charanga en el modo Aragón... pero no pude encontrar un flautista.”
En 1958, radicado ya en New York, en una noche en octubre el quinteto de Palmieri estaba alternando con la orquesta de Dioris Valladares en Monte Carlo, ubicado en la calle 137 y Broadway, cuando Charlie escuchó algunas notas de flauta que lo guiaron a un cuarto, detrás del escenario. Allí encontró a un músico alto y delgado ejecutando el instrumento. Palmieri lo observó y escuchó por unos cuantos minutos y luego se acercó al flautista y le dijo: “Hola, yo soy Charlie Palmieri”. “Yo soy Johnny Pacheco” dijo el flautista estrechando su mano. Estas pocas palabras y el apretón de manos fue el inicio de una amistad entre los músicos.
Johnny Pacheco, de ascendencia dominicana y conguero con Valladares, se inicia con la banda de Palmieri tocando percusión.
Una noche se encontró con la ORQUESTA NUEVO RITMO, fundada por el conguero Armando Sánchez, en un bar. “No tenía deseos de tocar música charanga hasta que escuché al grupo de Armando... sonaban genial... mi contrato iba a terminar hacia finales de 1958... pensé en regresar a New York y formar una charanga en el modo Aragón... pero no pude encontrar un flautista.”
En 1958, radicado ya en New York, en una noche en octubre el quinteto de Palmieri estaba alternando con la orquesta de Dioris Valladares en Monte Carlo, ubicado en la calle 137 y Broadway, cuando Charlie escuchó algunas notas de flauta que lo guiaron a un cuarto, detrás del escenario. Allí encontró a un músico alto y delgado ejecutando el instrumento. Palmieri lo observó y escuchó por unos cuantos minutos y luego se acercó al flautista y le dijo: “Hola, yo soy Charlie Palmieri”. “Yo soy Johnny Pacheco” dijo el flautista estrechando su mano. Estas pocas palabras y el apretón de manos fue el inicio de una amistad entre los músicos.
Johnny Pacheco, de ascendencia dominicana y conguero con Valladares, se inicia con la banda de Palmieri tocando percusión.
En abril de 1959, Charlie, con un cuarteto conformado por Johnny Pacheco en la conga y los bongoes; Al “Guito” González, en el bajo; y Joe Rodríguez en la batería, graba para el sello GONE el álbum titulado EASY DOES IT (Gone G-5007). El album incluye los temas I’ll be around, de Murphy y Wilder; Perfidia, de Alberto Domínguez; Thou swell, de Hart y Rodgers; You and the night and the music, de Dietz y Schwartz; Ponce, de Noro Morales; Cuban love song, de Fields, McHugh y Shorthart; Take me in your arms, de Markush y Parish; Jeepers Creepers, de Mercer y Warren; Pavanne, de Mitchell y Ruff; y I’ll never be the same. (Este trabajo fue publicado por el sello BLUE MOON en el año 2005, en formato CD, con la referencia BMCD-1619).
En el mes de junio, Charlie participa como pianista en la grabación, para el sello UNITED ARTISTS, del álbum SWINGING LATIN NIGHTS / THE PEANUT VENDORS, (UAL-30008), con una orquesta liderada por el bajista Luis Barreiro en la cual también aparecen Eddie Cano, vibráfono y órgano; John Pacheko, (1) flauta; Don Lamond, batería; Jimmy “La Vaca” Santiago, timbales, Al Epstein, batería; José Mangual, bongoes; y Ray Muñoz, percusión. Los temas incluídos en el álbum son St. Louis Blues, de W.C. Handy; Swing low, sweet mambo, Pacheko in venice y Baya, de Gilbert & Jackson; The Donkey Serenade, de Wright, Forrest, Friml y Stothart; That old feeling, de Brown y Fain; Chicago, de Fisher; Rafaela y No tengo por qué, de Ámsterdam y Barreiro; Zapata nañigo, de Gilbert, Barreiro y Jackson; The peanut vendor, de Simons, Sunshine y Gilbert.
Más tarde, cuando Mario Cora, trompetista que trabajaba con el quinteto de Palmieri, decide regresar a Puerto Rico para incorporarse al combo de Cortijo, Johnny Pacheco comenzó a tocar los solos de flauta, lo que le permite iniciar la conformación de un grupo con el formato de charanga.
Antes de terminar 1959, y ya radicado en New York; con una agrupación de flauta, cuerdas y voces, Palmieri inicia su recorrido charanguero en la ciudad al conformar LA DUBONEY. Se considera a LA DUBONEY como la segunda charanga fundada el New York, (La primera fue la del maestro Gilberto Valdés), y la primera comercial.
Más tarde, cuando Mario Cora, trompetista que trabajaba con el quinteto de Palmieri, decide regresar a Puerto Rico para incorporarse al combo de Cortijo, Johnny Pacheco comenzó a tocar los solos de flauta, lo que le permite iniciar la conformación de un grupo con el formato de charanga.
Antes de terminar 1959, y ya radicado en New York; con una agrupación de flauta, cuerdas y voces, Palmieri inicia su recorrido charanguero en la ciudad al conformar LA DUBONEY. Se considera a LA DUBONEY como la segunda charanga fundada el New York, (La primera fue la del maestro Gilberto Valdés), y la primera comercial.
En 1960, LA DUBONEY debuta para el sello UNITED ARTISTS, con el álbum titulado LET’S DANCE THE CHARANGA!, (WS Latino 4090), que contenía los temas Mack the knife, de K. Weill, M. Blitzstein y B. Brecha; Ay! que mate, de Frank Grillo; Chun-ko, de Vitín Avilés; Close your eyes, de Berenice Petkere; Moonlight cocktail, de Roberts y Gannon; Comme ci comme ca, de Kramer, Duncan, Coquatrix y Whitney; The gaucho serenade, de Cavanaugh, Redmond y Simon; Bruca Manigua, de Arsenio Rodríguez; Tema de La Duboney y Pacheco’s descarga, de Johnny Pacheco; Domino, de L. Ferrari, D. Raye y J. Plante; e Isle of Capri, de W. Grosz y J. Kennedy. Para la grabación del álbum, la orquesta utilizó la siguiente formación: Johnny Pacheco, flauta; Rafael Muñoz, José Andreu, Daniel González y Rafael Aroz, violines; Evaristo Baró, bajo; Julián Cabrera, conga; José Rodríguez, timbales; John Palomo, percusión; Vitín Avilés y Leonel Bravet, vocalistas; y Charlie Palmieri, director y pianista.
Sin embargo el álbum tiene poco éxito debido a que Charlie es forzado a abandonar el sello a raíz de una cláusula impuesta en su contrato por Tito Rodríguez al incorporarse al sello, exigiendo ser el único artista latino en UA. (El álbum fue reeditado por UA en el año de 1996 con el título de ECHOES OF AN ERA).
Durante el verano de este año, la orquesta estaba en su apogeo, y su nombre comenzó a aparecer en posters para dos y tres bailes en la misma noche. Pero en el mes de septiembre Palmieri decidió continuar solo con la banda y luego de alguna discusión con Pacheco, éste decide retirarse para formar su propia charanga. Por mutuo acuerdo, Pacheco se lleva parte de los músicos de LA DUBONEY. (2)
Sin embargo el álbum tiene poco éxito debido a que Charlie es forzado a abandonar el sello a raíz de una cláusula impuesta en su contrato por Tito Rodríguez al incorporarse al sello, exigiendo ser el único artista latino en UA. (El álbum fue reeditado por UA en el año de 1996 con el título de ECHOES OF AN ERA).
Durante el verano de este año, la orquesta estaba en su apogeo, y su nombre comenzó a aparecer en posters para dos y tres bailes en la misma noche. Pero en el mes de septiembre Palmieri decidió continuar solo con la banda y luego de alguna discusión con Pacheco, éste decide retirarse para formar su propia charanga. Por mutuo acuerdo, Pacheco se lleva parte de los músicos de LA DUBONEY. (2)
La salida de UA, le permite a Palmieri firmar con el recién creado sello ALEGRE, propiedad de Al Santiago, con el que graba en 1961 su segundo álbum titulado PACHANGA EN EL CARAVANA CLUB, (Alegre LPA-804). El álbum se apunta un tremendo éxito e incrementa la popularidad de la DUBONEY. La orquesta que respalda el álbum estaba conformada por Rod Lewis Sánchez, flauta; José Andreu, Rafael Aroz, Daniel González y José “Chombo” Silva, violines; David Soyer, cello; Roy Colinders, bajo; Joe Rodríguez, “Patato” Valdés, Tommy López y Julián Cabrera, percusión; Antar Dali, Felo Brito y Willie Torres, vocalistas; Rudy Calzado y Víctor Velásquez, coros y Charlie Palmieri, piano, dirección y arreglos. Se destacan los temas Bronx Pachanga y La Pachanga se baila así, ambas de la autoría de Charlie. Otros temas del álbum fueron Ritmo pachanga, de Tito Rodríguez; Son de pachanga, composición de Eddie Palmieri vocalizada por Felo Brito; El baile nuevo y Pachanga sabrosa, de Eddie Palmieri; Pon pon pachanga, de Charlie; Palmieri La Duboney, de Charlie, vocalizada por Felo Brito y Antar Daly; El brinco loco, de Charlie, vocalizada por Antar Daly; Como bailan la pachanga, de Dioris Valladares, vocalizada por Antar Daly; Charangota, de Roberto Gueits; y La vida es sueño, bolero de Arsenio Rodríguez, vocalizado por Willie Torres.
En este mismo año Al Santiago, organiza la ALEGRE ALL-STARS, agrupación que reunía a los mejores intérpretes del sello, y que daría inicio a la era de las descargas en New York, al estilo de las organizadas por Julito Gutiérrez y Cachao en Cuba para el sello PANART, en 1957. La dirección de la agrupación le fue encargada a Charlie Palmieri, y la co-dirección a Johnny Pacheco, con la atenta producción de Al Santiago.
Charlie también participa en el álbum de ALEGRE, titulado LAS CHARANGAS: PACHECO, PALMIERI AND FAJARDO, (Alegre LPA-807), con los temas: Que bien, de Eddie Palmieri Llorarás, de Agustín Ribot y Moliendo café, de José Manzo.
En 1962, graba el segundo álbum para ALEGRE, titulado VIVA PALMIERI, (Alegre LPA-816), en el cual se incluyen los temas Buchi pluma na’má, de Rafael Hernández; El vendedor de mangos, de Henny Álvarez; Lo dicen todos, de Arsenio Rodríguez; y Pachanga melodiosa, de Eddie Palmieri; el bolero Lágrimas y tristezas, de Antar Daly vocalizado por Víctor Velásquez; Oh! Cara, de Henny Álvarez y Charlie; Mi amor no está de moda, de A. Santiago y J. Barreto; Oh-oh-oh-oh-oh-oh, eh ah, de L. Ramírez y J. De Mare; Galletana, de A. Sánchez Rodríguez; El niño Andreu, de Johnny Pacheco; y Estuve Pensando, de René Touzet vocalizado por Willie Torres.
En 1963, graba el tercer álbum titulado SALSA NA’ MÁ, (Alegre LPA-821), en el cual se incluyen los temas Ay señor y Loco por ti, de Pupi Legarreta; Vámonos guajira, de Elliot Romero; El yerbero, de Frank Grillo Machito; Salsa na’má, de Elliot Romero; Amor for two y Doctor de fama, de Charlie; Cosas cositas; El Piraguero; Tiene sabor; Noche de parranda y Hoy como ayer.
En 1965, con el receso charanguero, Charlie anexa tres trompetas y dos trombones a su agrupación, -ahora denominada DUBONEY ORCHESTRA- y graba el álbum TENGO MÁQUINA Y VOY A 60, (Alegre LPA-837). Los músicos integrantes de esta nueva agrupación fueron: Alberto DeMercado, Benjamín Roma y Roberto “Bobby” Valentín, trompetas; Jack Hitchcock y Joe Orange, trombones; Fred Pagan, Frankie Malabe y Joe Berríos, percusión; Alfredo Goicuria, bajo; Víctor Velásquez, vocalista; Felo Brito y Willie Torres, coros y Charlie, dirección y piano. El álbum contiene los temas En mi viejo San Juan, de Noel Estrada; Tengo máquina y voy a sesenta y El pachadengue, composiciones de Charlie; Summer love, de José Melis; Clap my guaguancó, de Eddie Palmieri; Mulata guapachá, de Felipe Yanés y Tito Gómez; el son montuno Son sasonao, de Henny Álvarez; y La timba es mía.
El 23 de mayo de 1966, Palmieri participa con la TICO ALL-STARS en las “Descargas del Village Gate”, fomentadas por Pancho Cristal, en las cuales también participan como pianistas su hermano Eddie y Ricardo Ray. Se graban tres álbumes de la reunión titulados DESCARGAS AT THE VILLAGE GATE – LIVE, VOL I, II y III.
En este año también graba con la DUBONEY ORCHESTRA, para el sello BG, el álbum YÉNQUELE, MARÍA, (BL-234), en el cual se incluyen los temas Yenquele, María; Coco liso; In a sentimental mood; El tubo; Tal es la vida; Hola up; Tambo; Los bomberos; Enamorado en pena; Kalanmazu; y Cellar dwellers. (El álbum también aparece grabado por el sello venezolano VENEBOX con el número BL B-157 con el título de MÁS DE CHARLIE PALMIERI Y SU CHARANGA LA DUBONEY)
En 1967, graba nuevamente para el sello ALEGRE el álbum titulado HAY QUE ESTAR EN ALGO / EITHER YOU HAVE IT OR YOU DON’T, (Alegre SLPA-858), el cual incluye algunos temas de boogaloo, ritmo de moda en el momento, tales como Boogaloo-Manía, de Frank Rosa y Fat Papa, de Charlie Palmieri; Guaguancó en Borinquen, de Elliot Rodríguez; Duerme, de G. Luna y M. Prado; Sandstorm, de Morty Lazar; El yo-yo, de Pérez Charot y Lozano Lazo; Criollo, Luisito Mozambique y Fat Papa’s descarga, de Louie Ramírez; No puedo vivir, de Osvaldo Albuquerque; y Esther you have it or youdon’t, de Alberto DeMercado.
En 1968, ejecuta el piano en el álbum THE SALSA ALL-STARS, producido por Al Santiago para el sello SALSA, vocalizado por Camilo Azuquita y Chamaco Ramírez, en el cual se incluyen los temas Descargo de cueros y vientos; Eloísa; Descarga en “K”; Mi tierra natal y Lloro tu partida. El resto de los integrantes de la all-stars fueron Pedro “Puchi” Boulong, Víctor Paz, Dave González y Leonel Sánchez, trompetas; Richie Meza, Morty Lazzar y Mario Rivera, saxos; Pupi Legarreta, flauta; Charlie Palmieri, piano; Israel López “Cachao” y Bobby Rodríguez, bajo; Kako Bastar, timbales; Louie Ramírez, Frankie Malabe, Johnny “Dandy” Rodríguez, Tito Jiménez, Cortijito y Pedro Perdomo, percusión; Yayo El Indio, Santos Colón, Héctor Lavoe y Chivirico Dávila, coro.
Y graba para el sello ATLANTIC el álbum LATIN BUGALU, (Atlantic SD-8166), producido por Herbie Mann y que incluye los temas Mambo show, de Charlie; Uptight (Everything’s Alright), de Henry Cosby, Sylvia Moy y Stevie Judkins; Bugalú, de Frank Ross; Bitter sweet, de Sol Lake; Cote pa’ la cola; Panama’s bógalo, de Alberto DeMercado y Herbie Mann; Clusters, de Jack Hitchcock; y A night to remember, de Robert Gueits. La orquesta para el álbum estaba conformada por Charlie, piano; Albert DeMercado, Louis M. Laurita y David Lee Tucker, trompetas; Julián Priester, trombón; Louis Ramírez, timbales; Edward Rivera, bajo; Morton Lazaar, Julio Cruz, Frank J. Rosa, Víctor Allende, John Rodríguez, Raymond Orchard, Fred Pagani y Joseph Rivera.
Y graba para el sello ATLANTIC el álbum LATIN BUGALU, (Atlantic SD-8166), producido por Herbie Mann y que incluye los temas Mambo show, de Charlie; Uptight (Everything’s Alright), de Henry Cosby, Sylvia Moy y Stevie Judkins; Bugalú, de Frank Ross; Bitter sweet, de Sol Lake; Cote pa’ la cola; Panama’s bógalo, de Alberto DeMercado y Herbie Mann; Clusters, de Jack Hitchcock; y A night to remember, de Robert Gueits. La orquesta para el álbum estaba conformada por Charlie, piano; Albert DeMercado, Louis M. Laurita y David Lee Tucker, trompetas; Julián Priester, trombón; Louis Ramírez, timbales; Edward Rivera, bajo; Morton Lazaar, Julio Cruz, Frank J. Rosa, Víctor Allende, John Rodríguez, Raymond Orchard, Fred Pagani y Joseph Rivera.
En 1969, la banda de Charlie entra en un período de crisis que desemboca en una depresión nerviosa para Palmieri. Contempla la idea de radicarse en Puerto Rico pero es disuadido por su amigo Tito Puente, quien lo contrata como asesor musical para su show televisivo “El Mundo de Tito Puente”, convirtiéndose en su mano derecha. En este año graba para el sello MARY LOU el álbum CHARLIE PALMIERI Y SU ORQUESTA, (Mary Lou MLP-1016), vocalizado por Víctor Velásquez, donde se incluyen los temas Porque me engañas, de Raúl Marrero; Dame tu corazón; Sobando el piano merengue, de Johnny Conquet; Te quiero (That darm dream), de J. Van Heussen y letra de Charlie; Estoy friza’o, de Pepe Becke; Aunque mami no quiera, de Luis Martínez Griñán; No está en ná, ná, de Alberto DeMercado; Buchipluma na’ má, de Rafael Hernández; Comelón, de R. Lay; y King Charles, de su autoría.
En 1971, acompaña a su hermano Eddie en la grabación el álbum VÁMONOS PA’L MONTE, donde ejecuta el órgano electrónico en el antológico tema del mismo nombre.
En 1971, acompaña a su hermano Eddie en la grabación el álbum VÁMONOS PA’L MONTE, donde ejecuta el órgano electrónico en el antológico tema del mismo nombre.
En 1972 se vincula como profesor al Latin Folkloric Musical Heritage de New York, e inicia una nueva era musical al lanzar el sello ALEGRE su álbum EL GIGANTE DEL TECLADO, (Alegre CLPA-7003), con la vocalización de Vitín Avilés, que incluye los temas La hija de Lola, de Raúl Marrero; La llave y el candado, de Rudy Calzado y Charlie; El mundo está bien, el loco soy yo y El pan sobao, composiciones de Charlie; Que se vaya, de B. Pons; Sedante de rumba; y Coco. La orquesta para éste álbum la integraban, entre otros, los siguientes músicos: “Chocolate” Armenteros y Lou Laurita, trompetas; Bobby Nelson, saxo y flauta; Bobby Rodríguez, bajo; Johnny Rodríguez, bongoes; “Quique” Dávila, timbales; Luis Rodríguez, congas; Tito Puente, Yayo El Indio y Adalberto Santiago, coros.
En 1973, graba el álbum VUELVE EL GIGANTE, (Alegre CLPA-7008), vocalizado también por Avilés, en el cual se destaca en tema de Arsenio Rodríguez El guayo de Catalina. También se incluyen los temas Despierta Julián y La vecina, de Raúl Marrero; El cantante del amor, de Mariano Mercerón; Chocolate, de Luis Meléndez; Panache, de Chico O’Farrill; Arroz con pollo, de Antar Daly; y Now I know the feeling. En el álbum participan los músicos Lou Laurita y Rodolfo Manzano, trompetas; Bobby Nelson, saxo tenor y flauta; Bobby Rodríguez, Fender bass; Willie Rodríguez, bongó; “Quique” Dávila, timbales; Luis Rodríguez, conga; Yayo El Indio, Adalberto Santiago e Ismael Quintana, coros; y Charlie en el piano, órgano melódico y percusión.
En este mismo año, acompaña a su hermano Eddie en el gran concierto “palmeriano”, realizado en la cárcel de Sing-Sing, inmortalizando su sólo de órgano en una nueva versión del tema Vámonos pa´l monte y participa como director en las grabaciones de TICO-ALEGRE ALL-STARS y CESTA ALL-STARS.
En 1975, graba para ALEGRE el álbum ADELANTE, GIGANTE, (Alegre CLPA-7013), con la vocalización de Vitín Avilés en el cual se incluyen los temas El susto, Que te vas, pués vete y Por querer tener dos, composiciones de Raúl Marrero; La fuente, de Fernando Pizarro; Al que le pique, de Luis Kalaff; Tema de María Cervantes; Cachita, de Rafael Hernández; y Cuando vuelva a tu lado, de María Grever. La orquesta para el álbum estaba conformada por Rudolpho Manzano y Louis Laurita, trompetas; Bobby Nelson, saxo tenor y flauta; Bobby Rodríguez, fender bass; Enrique Dávila, timbales; Willie Rodríguez, bongó; Luis Rodríguez, conga; Pito González, tambora; Pedro Lombillo, Willie Nival y Ray Vélez, coros.
Y el sello COCO publica, con mejoras en el sonido y con el título IMPULSOS, (Coco SLP-118), el álbum CHARLIE PALMIERI, grabado en 1969 para el sello MARY LOU. La orquesta para esta ocasión estaba conformada por Charlie, piano, órgano y percusión; Alberto “Panamá” DeMercado y Lou Laurita, trompetas; Bobby Nelson, saxo tenor y flauta; Andy González, bajo; Manny Oquendo, bongó; Jerry González, conga; Mike Collazo, timbales; Tito Puente, batería y percusión; Vitín Avilés, Adalberto Santiago y Meñique, coros. La vocalización igual que en la primera grabación, estuvo a cargo de Víctor Velásquez.
En 1977 Charlie, Israel López “Cachao” en el bajo y Gonzalo Fernández en la flauta protagonizan el concierto de danzones más impresionante que se haya realizado en el Avery Fisher Hall de New York; y graba con el cantante panameño Miguel Barcasnegras “Meñique”, para el sello COTIQUE, el álbum CHARLIE & MEÑIQUE: CON SALSA Y SABOR, (Cotique CS-1089), que incluye los temas Con salsa y sabor, Mi tierra lejana, De Panamá a Borinquen, Tributo a Pedro Flores, Remordimiento, Calor de madre y El barón, composiciones de Miguel Barcasnegras “Meñique”; y El amante, de H. Alvarez. Para el álbum la orquesta la conformaban Charlie, piano y líder; Roy Román, Lou Laurita, José Merino y Nahun Mercedes, trompetas; Keith O’Quinn y Tom Malone, trombones; Bobby Nelson, saxo; Harry Viggiano, guitarra; Bobby Rodríguez, bajo; Mike Collazo y Teddy Denoyer, timbales; Johnny “Dandy” Rodríguez y Alfredo Manfrede, congas; Juan Papín Jr y Willie Rodríguez, bongoes; y Adalberto Santiago, Néstor Sánchez y Vitín Avilés, coros.
También en este año Charlie regresa a ALEGRE para liderar la celebración de los 17 años de la ALEGRE ALL-STARS. Diez músicos participantes de las originales sesiones de descargas de los años 60’s, además de Louie Ramírez en el vibráfono y del virtuoso flautista, clarinetista y saxofonista Bobby Rodríguez y miembros de su banda LA COMPAÑÍA, fueron reunidos para realizar, bajo la dirección de Palmieri el álbum PERDIDO.
En 1978 graba para ALEGRE el álbum HEAVY WEIGHT, (Alegre 6009), con la vocalización de Meñique y Julito Villot, que incluye los temas Arroz con bacalao; Tiene sabor; Consuélate; Melódica el F; No puedo más; y Chaleco. La orquesta para el álbum estaba conformada por Roy Román y Louie Laurita, trompetas; Mark Katz, trombón; Bobby Nelson, saxo; Harry Viggiano, tres, Bobby Rodríguez, bajo; Quique Dávila, timbales; “Papiro” Allende, congas; Willie Rodríguez, bongó; Adalberto Santiago, Vitín Avilés, y Frankie Figueroa, coros; y Charlie, piano y melódica; y acompaña al piano y con los arreglos a Vitín Avilés en su álbum titulado, CON MUCHA SALSA, para el mismo sello.
En 1978 graba para ALEGRE el álbum HEAVY WEIGHT, (Alegre 6009), con la vocalización de Meñique y Julito Villot, que incluye los temas Arroz con bacalao; Tiene sabor; Consuélate; Melódica el F; No puedo más; y Chaleco. La orquesta para el álbum estaba conformada por Roy Román y Louie Laurita, trompetas; Mark Katz, trombón; Bobby Nelson, saxo; Harry Viggiano, tres, Bobby Rodríguez, bajo; Quique Dávila, timbales; “Papiro” Allende, congas; Willie Rodríguez, bongó; Adalberto Santiago, Vitín Avilés, y Frankie Figueroa, coros; y Charlie, piano y melódica; y acompaña al piano y con los arreglos a Vitín Avilés en su álbum titulado, CON MUCHA SALSA, para el mismo sello.
El breve regreso es aprovechado por ALEGRE para lanzar el álbum GIGANTE HITS, (Alegre 6014), una recopilación de temas grabados por Charlie, entre 1964 y 1977 para el sello, entre los que se encuentran La hija de Lola, El yoyo, Despierta Julián, La Vecina, Luisito Mozambique, El susto y Son sasonao.
En 1979, Charlie participa en la película “Salsa”, realizada por Jeremy Marre para la televisión del Reino Unido. En ella Charlie aparece enseñando en una escuela del South Bronx y tocando el piano en compañía de Tito Puente y Mongo Santamaría.
En enero de 1980 se muda con su familia a Puerto Rico, donde organiza una nueva banda, con la cual realiza presentaciones en hoteles de San Juan. Lamentablemente no realizaron grabaciones con ella.
En febrero de 1983, regresa a New York para discutir sobre un concierto a realizarse en Puerto Rico con su hermano, pero sufre un primer infarto al corazón y una apoplejía que lo deja semiparalizado, siendo hospitalizado por seis semanas. En su etapa de recuperación, decide establecerse nuevamente en New York y llevar un ritmo de vida menos agitado.
El 6 de enero de 1984, la industria de la música latina de New York le rindió un merecido homenaje en el Club Broadway. Este mismo año, celebra su recuperación grabando para el sello TROPICAL BUDDA el álbum titulado A GIANT STEP, (TBLP-003), que incluye los temas Be careful, it’s my heart, de Irving Berlín; Rhumba rapsoda, de Rafaelito Audinot; Adiós, de Enrique Madriguera; Fiesta a la King, de Tito Puente; Bajo las sombras de un pino, de Juan F. Acosta; Muñeca, composición de su hermano Eddie; y Start the World, I want to get on y Mis amigos E.G.C. composiciones de Charlie. Participan de la grabación Bobby Rodríguez en el bajo; Mike Collazo en los timbales; Johnny “Dandy” Rodríguez en los bongoes y Frank Malabe en las congas. Este álbum representa la lucha de un titán por volver a tocar el piano, cuando los médicos dudaban que lo pudiera volver a hacer después de ese primer infarto en 1983.
Entre 1984 y el 12 de septiembre de 1988, el maestro continuará aportando sus teclados y conocimientos a la música latina. Algunos conciertos en vivo, giras programadas para Europa, asesoría musical en importantes grabaciones para Barretto en su álbum LA CUNA, Mongo Santamaría, Conjunto Candela/86, Joe Quijano/88 y participa en la banda sonora de la película Salsa.
En junio de 1988, debuta en el Reino Unido con presentaciones durante cinco noches en el club Bass Clef de Londres, apoyado por Robin Jones, “Rey de la Salsa” de Londres.
El 12 de septiembre de 1988, cuando regresó a New York después de un viaje a Puerto Rico, donde actuó en la residencia del Gobernador al lado del veterano cantante Bobby Capó, sufrió otro ataque al corazón y falleció a las 11:30 am en el Jacobi Hospital en el Bronx, New York.
En 1990, el sello TROPICAL BUDDA emitió póstumamente el CD MAMBO SHOW, conteniendo sesiones de Latin Jazz, en las cuales participaron Charlie en el piano y la coproducción; Mongo Santamaría en las congas; José “Chombo” Silva en el saxofón; Barry Rogers en el trombón; Nicky Marrero en los timbales; Johnny “Dandy” Rodríguez en los bongoes; Ray Martínez en el bajo y David “Piro” Rodríguez en la trompeta.
En 1979, Charlie participa en la película “Salsa”, realizada por Jeremy Marre para la televisión del Reino Unido. En ella Charlie aparece enseñando en una escuela del South Bronx y tocando el piano en compañía de Tito Puente y Mongo Santamaría.
En enero de 1980 se muda con su familia a Puerto Rico, donde organiza una nueva banda, con la cual realiza presentaciones en hoteles de San Juan. Lamentablemente no realizaron grabaciones con ella.
En febrero de 1983, regresa a New York para discutir sobre un concierto a realizarse en Puerto Rico con su hermano, pero sufre un primer infarto al corazón y una apoplejía que lo deja semiparalizado, siendo hospitalizado por seis semanas. En su etapa de recuperación, decide establecerse nuevamente en New York y llevar un ritmo de vida menos agitado.
El 6 de enero de 1984, la industria de la música latina de New York le rindió un merecido homenaje en el Club Broadway. Este mismo año, celebra su recuperación grabando para el sello TROPICAL BUDDA el álbum titulado A GIANT STEP, (TBLP-003), que incluye los temas Be careful, it’s my heart, de Irving Berlín; Rhumba rapsoda, de Rafaelito Audinot; Adiós, de Enrique Madriguera; Fiesta a la King, de Tito Puente; Bajo las sombras de un pino, de Juan F. Acosta; Muñeca, composición de su hermano Eddie; y Start the World, I want to get on y Mis amigos E.G.C. composiciones de Charlie. Participan de la grabación Bobby Rodríguez en el bajo; Mike Collazo en los timbales; Johnny “Dandy” Rodríguez en los bongoes y Frank Malabe en las congas. Este álbum representa la lucha de un titán por volver a tocar el piano, cuando los médicos dudaban que lo pudiera volver a hacer después de ese primer infarto en 1983.
Entre 1984 y el 12 de septiembre de 1988, el maestro continuará aportando sus teclados y conocimientos a la música latina. Algunos conciertos en vivo, giras programadas para Europa, asesoría musical en importantes grabaciones para Barretto en su álbum LA CUNA, Mongo Santamaría, Conjunto Candela/86, Joe Quijano/88 y participa en la banda sonora de la película Salsa.
En junio de 1988, debuta en el Reino Unido con presentaciones durante cinco noches en el club Bass Clef de Londres, apoyado por Robin Jones, “Rey de la Salsa” de Londres.
El 12 de septiembre de 1988, cuando regresó a New York después de un viaje a Puerto Rico, donde actuó en la residencia del Gobernador al lado del veterano cantante Bobby Capó, sufrió otro ataque al corazón y falleció a las 11:30 am en el Jacobi Hospital en el Bronx, New York.
En 1990, el sello TROPICAL BUDDA emitió póstumamente el CD MAMBO SHOW, conteniendo sesiones de Latin Jazz, en las cuales participaron Charlie en el piano y la coproducción; Mongo Santamaría en las congas; José “Chombo” Silva en el saxofón; Barry Rogers en el trombón; Nicky Marrero en los timbales; Johnny “Dandy” Rodríguez en los bongoes; Ray Martínez en el bajo y David “Piro” Rodríguez en la trompeta.
(1) A pesar de la manera como está escrito, se trata de Johnny Pacheco.
(2) Johnny y Charlie se dieron cuenta que sus gustos musicales eran diferentes. “Charlie era uno de los mejores pianistas de la música latina, era un gran arreglista, pero usualmente escribía muy sofisticado y a Pacheco le gustaba la cosa simple. Johnny entonces hacía los arreglos y escritos, Charlie no era un compositor. Cuando finalizaron la grabación, Charlie tenía su idea de charanga y Johnny la de él. Fue en ese momento cuando se separan”. Debido a que los miembros de la banda estaban muy unidos, decidieron en un “cara o sello” quien se quedaría con quien. Cuando terminaron, Charlie compró una botella de licor y celebraron. Mary Kent en su artículo Pacheco: An Anniversary Salute. 1993.
(2) Johnny y Charlie se dieron cuenta que sus gustos musicales eran diferentes. “Charlie era uno de los mejores pianistas de la música latina, era un gran arreglista, pero usualmente escribía muy sofisticado y a Pacheco le gustaba la cosa simple. Johnny entonces hacía los arreglos y escritos, Charlie no era un compositor. Cuando finalizaron la grabación, Charlie tenía su idea de charanga y Johnny la de él. Fue en ese momento cuando se separan”. Debido a que los miembros de la banda estaban muy unidos, decidieron en un “cara o sello” quien se quedaría con quien. Cuando terminaron, Charlie compró una botella de licor y celebraron. Mary Kent en su artículo Pacheco: An Anniversary Salute. 1993.
DISCOGRAFIA CHARLIE PALMIERI
1954 Mambos by Charlie Palmieri. (Seeco SLP-51)
1958 Easy does it. (Gone G-5008)
1959 Charanga. (WS Latino 4090)
1961 Pachanga at the Caravana Club. (Alegre 8040)
1962 Viva Palmieri. (Alegre 8160)
1963 Salsa na’má (Alegre 8210)
1965 Tengo máquina y voy a sesenta. (Alegre 8370)
1966 Yénquele María. (BG BL-234)
1967 Either you have it or you don´t / Hay que estar en algo. (Alegre A 8580)
1968 Latin Bugalu. (Atlantic SD-8166)
1969 Charlie Palmieri y su Orquesta. (Mary Lou MLP-1016)
1972 El Gigante del teclado. (Alegre 7003)
1973 Vuelve el Gigante. (Alegre 7008)
1974 Electro duro. (MP 6214)
1975 Adelante Gigante. (Alegre 7013)
1975 Impulsos. (MP 3118)
1977 Charlie & Meñique. Con Salsa y sabor. (Cotique 1089)
1978 Heavy weight. (Alegre 6009)
1978 Gigante Hits. (Alegre 6014)(Compilación)
1984 A Giant step. (Budda 003)
1990 Mambo show. (Budda TB 021)
1958 Easy does it. (Gone G-5008)
1959 Charanga. (WS Latino 4090)
1961 Pachanga at the Caravana Club. (Alegre 8040)
1962 Viva Palmieri. (Alegre 8160)
1963 Salsa na’má (Alegre 8210)
1965 Tengo máquina y voy a sesenta. (Alegre 8370)
1966 Yénquele María. (BG BL-234)
1967 Either you have it or you don´t / Hay que estar en algo. (Alegre A 8580)
1968 Latin Bugalu. (Atlantic SD-8166)
1969 Charlie Palmieri y su Orquesta. (Mary Lou MLP-1016)
1972 El Gigante del teclado. (Alegre 7003)
1973 Vuelve el Gigante. (Alegre 7008)
1974 Electro duro. (MP 6214)
1975 Adelante Gigante. (Alegre 7013)
1975 Impulsos. (MP 3118)
1977 Charlie & Meñique. Con Salsa y sabor. (Cotique 1089)
1978 Heavy weight. (Alegre 6009)
1978 Gigante Hits. (Alegre 6014)(Compilación)
1984 A Giant step. (Budda 003)
1990 Mambo show. (Budda TB 021)
excelente reseña
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